"Parece diseñada para castigar al público": la película que el mejor crítico de cine odió y dio 0,5 estrellas
Sara Heredia
-Redactora jefe SensaCine
Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

El gran Roger Ebert no pudo soportar la película de Guy Ritchie con Jason Statham: "un "thriller" sin emoción"

Si hablamos de críticos de cine, el que se lleva la palma es Roger Ebert, el maestro entre los maestros. El periodista de Chicago dedicó 46 años de su vida a escribir sobre películas y se convirtió en un auténtico renovador del género. Lo que él dijera sobre un estreno iba a misa y, aún hoy, sus palabras se siguen recordando y valorando.

Sin embargo, pocas veces era tan drástico como lo fue con Revolver, la película dirigida por Guy Ritchie y estrenada en 2005 que, para Ebert, fue un absoluto castigo cinematográfico.

Ritchie estrenó Revolver después de Barridos por la marea (2002), que, en caso de que no lo sepas, fue la película romántica que hizo junto a Madonna y que recibió algunas de las peores críticas que se han podido escribir sobre una película. Imagina ser el director que estrenó joyas como Lock and Stock (1998) y Snatch: Cerdos y diamantes (2000) y después convertirse un poco en el hazmerreír de la prensa especializada.

Revolver se centra en un hombre que acaba de salir de la cárcel después de siete años. Ha pasado todo este tiempo entre un experto estafador y un maestro de ajedrez. Y algo se le debe de haber pegado porque cuando sale en libertad, entra en un casino y se hace con una gran fortuna. El dueño, un viejo conocido -y enemigo- del protagonista, envía a unos sicarios para que vayan a por él.

"La propia película es mejor de lo que la película merece"

"Es una película desquiciada y espumosa que se retuerce contra sus propios agujeros en un intento de golpearse la cabeza contra el proyector", comienza escribiendo Ritchie.

Parece diseñada para castigar al público por comprar entradas. Es un 'thriller' sin emoción, construido en una maraña sin sentido de flashbacks, flashforwards, subtítulos, lemas, mensajes y escenas que se deconstruyen, reconstruyen y autodestruyen. Quería indicarle al proyeccionista que le apuntara con una pistola

Ebert no se quedó ahí y declaró su odio hacia ella abiertamente. "Ay, esta película me enfureció. Seguía dando vueltas sobre sí misma, mordiéndose la cola, repitiendo escenas cada vez con menos significado y propósito, repitiendo esos dichos como si quisieran obligarnos a aceptarlos. [...] Algunas actuaciones son mejores de lo que la película merece. Mejor dicho, todas las actuaciones. De hecho, la propia película es mejor de lo que la película merece", continuó.

Si te da curiosidad verla, está disponible en el catálogo de FlixOlé.

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