"Le voy a joder la película": Tom Cruise se reunió con el mejor director en la historia del cine para convencerle de hacer un cameo
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

'Jerry Maguire' podría haber sido mucho más mítica de lo que es ahora, pero una reunión salió mal

Los amigos de Cameron Crowe le llamaban iluso por intentar contactar con Tom Cruise para protagonizar su siguiente película. No había ninguna manera en la que Cruise, el eterno triunfador con sonrisa encantadora, quisiera interpretar a un perdedor: ¡Era el éxito personalizado! Sin embargo, a sus espaldas, el actor llevaba años intentando encontrar un papel perfecto para demostrar que también podía hacer de absoluto piltrafilla. La oportunidad llegó en Jerry Maguire... ¡Y le valió una nominación a su ansiado Óscar!

Billy Wilder que estás en los cielos...

Cruise no fue la única obsesión del director durante el rodaje: había escrito un pequeño papel, tal cual, para Billy Wilder, el mítico director de El crepúsculo de los dioses o Con faldas y a lo loco, que por aquel entonces tenía ya 90 años y llevaba ya un tiempo apartado del cine. Sin embargo, Wilder le rechazaba constantemente: el primer día del ensayo, Crowe le llamó por teléfono y solo obtuvo un "¡Déjeme en paz!". Era el momento de lanzar la artillería pesada.

Crowe le pidió un favor a Cruise: tenía que acompañarle al despacho de Wilder para convencerle. Si él no podía, nadie lo haría. Sin embargo, al llegar les esperaba un apesadumbrado director que les dijo “Sé lo que puedo hacer y lo que no… Le voy a joder la película. Lo estropearé. Escoja a otro. Y me siento incomodo. No soy yo”. Al terminar la conversación, el director miró a Tom Cruise y dijo "Encantado de haberles conocido. Especialmente a usted".

Al final acabaría protagonizando uno de los libros imprescindibles sobre cine de toda la historia, Conversaciones con Billy Wilder, junto a ese pesado director que no paraba de atosigarle. Eso sí, se libró de salir en Jerry Maguire y su papel lo tomó Jared Jussim, un abogado en la vida real que tiene aquí el único papel de su vida. ¿Honestamente? Wilder hubiera sido mucho mejor, para qué negarlo.

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