Daniel Radcliffe, por lo menos, asegura que a él le dieron permiso, pero no fue lo que pasó con otros compañeros
Nadie puede culpar a Daniel Radcliffe por querer llevarse a casa un recuerdo del set de rodaje de Harry Potter. El actor creció entre los decorados de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería y por supuesto que se marchó con un par de souvenirs bajo el brazo. En una entrevista con Entertainment Tonight en 2010 aseguró que lo que se llevó fue ese icónico objeto que todos querrían: sus gafas.
"¡Robé las gafas!", declaró entre risas, "En realidad, me las dieron. Yo las pedí. Tengo un par de la primera película, que ahora me quedan muy pequeñas, y las últimas que usé en esta película, así que sí. Están en un lugar muy seguro, no en mi casa, porque sería una tontería y los rompería". Probablemente se quedaron en una cámara acorazada de Gringotts.
No fue el único actor que quiso hacerse con un recuerdo especial de su etapa en la saga de fantasía. Lo tuvieron difícil porque, al parecer el equipo les impidió en gran medida llevarse atrezzo del set. Eso no quiere decir que alguno encontrara el modo de sustraer algún objeto. Al fin y al cabo, ¡son magos!
Lo que sustrajeron del set los actores de 'Harry Potter'
Emma Watson supera al protagonista llevándose tres cosas del set, la varita, el Giratiempo y una capa de Hermione. Desde luego es la más completa, especialmente si se compara con Rupert Grint que decidió coger el número 4 de la fachada de la casa de los Dursley en Privet Drive, así como el Desiluminador que le entrega en herencia Dumbledore a Ron al final de la saga. También intentó llevarse un huevo de oro de Harry Potter y el Cáliz de Fuego pero le descubrieron a tiempo.
Matthew Lewis, famoso por dar vida al adorable Neville Longbottom, decidió que lo más característico de su personaje y aquello que quería guardar para siempre en su casa era su dentadura. "Esa fue la cruz de mi vida durante varios años, pero es bueno tenerlos. Aunque sea un poco asqueroso". Luna Lovegood es otro de los personajes más queridos de la saga y siguiendo el estilo alocado de ella, Evanna Lynch decidió llevarse varias plumas de Fawkes, el Fénix de Dumbledore, para hacerse unos pendientes con ellos.
El fallecido Alan Rickman reveló en 2011 que mantenía la varita de Snape a buen recaudo, pero según Jason Isaacs se habría llevado más cosas. "Era muy difícil robar por Alan [...] Cogió todas las monedas de Gringotts el primer día que hicimos El Cáliz de Fuego". Precisamente Lucius Malfoy intentó llevarse una copia de El Profeta porque "había miles de ellos", y David Yates le permitió coger una, pero cuando intentó salir del set fue pillado 'in fraganti', y tuvo que devolverla.