El actor falleció en 1979 y su última película fue 'El último pistolero' en 1976, pero unos años antes había brindado una de las mejores de la recta final de su carrera
Ante la deserción de sus hombres en plena Fiebre del Oro, el veterano ranchero Wil Andersen se ve en una situación límite. Al borde de la quiebra, el hombre no tiene más remedio que confiar su ganado a un grupo de jóvenes aprendices para salvarse de la ruina. Juntos emprenden un duro viaje, sin saber que una peligrosa banda de forajidos sigue de cerca su rastro, esperando el momento ideal para atacar.
En 1972, John Wayne tenía 65 años cuando se convirtió en el protagonista de The Cowboys, cuyo título en España sería John Wayne y los Cowboys, sin saber que sería su último gran wéstern. El actor se retiraría cuatro años después, en 1976, y fallecería enfermo de cáncer en 1979.
Tras la película, Wayne hizo algunas contribuciones más al género, como Ladrones de trenes, La soga de la horca o, su último trabajo, El último pistolero, pero Los Cowboys siempre ha sido un título especial en su carrera: después de haber pasado los últimos años produciendo westerns en los que interpretaba más o menos el mismo papel a pesar de diferentes guiones, Wayne tuvo la oportunidad de trabajar con un joven director, Mark Rydell, y experimentar una forma de trabajar diferente a la que conocía.
Aunque sus opiniones políticas eran diametralmente opuestas a las de Wayne, Rydell colaboró muy bien con el veterano intérprete y le brindó al actor una de sus últimas grandes experiencias en el cine western, diferenciándose además en el destino que finalmente le depara a su personaje.
"El western más realista"
The Cowboys tiene además otro atractivo. Para el historiador experto en cultura vaquera Michael R. Grauer es "el wéstern más realista", tal y como compartió en un interesante vídeo para Insider:
"Mi película del Salvaje Oeste favorita que sí es precisa es 'John Wayne y los Cowboys' porque, literalmente, el personaje de John Wayne tiene que contratar hombres jóvenes y niños para que sean sus ayudantes de campo, y las cosas que encuentran en el camino son bastante precisas con respecto a la historia real". Seguro que a Wayne le hubiera encantado escucharlo.
Siete años después, John Wayne encabezaría un último western, El último pistolero, inevitablemente conmovedor, sobre un pistolero que padece cáncer (el propio actor estaba enfermo en el momento del rodaje), pero esta película, bastante hablada, resulta menos convincente que The Cowboys, que hasta el día de hoy sigue siendo su última gran película del género que lo hizo tan popular.