El musical del sida
por Bibi RamosEl realizador canadiense John Greyson, que debutó en el largo a finales de los ochenta con el drama Pissoir, volvió a ponerse tras las cámaras dos años después con un singular musical que combina comedia, surrealismo y ciencia ficción en una trama de tintes, a priori, inverosímiles. Sin embargo, el relato parte de una teoría real que en los ochenta tuvo cierta difusión en los Estados Unidos. En algunos sectores llegó a sostenerse que el sida lo había introducido en el país un azafato francocanadiense.
Con mucho humor e ironía, Greyson convierte en protagonista de Zero Patience al fantasma de Zero, ese supuesto paciente cero procedente del país vecino, que decide volver a la vida para visitar a algunos amigos. En paralelo, en el Museo de Historia Natural de Toronto se está organizando una exposición sobre el sida, guiada por un investigador y sexólogo conocido como Sir Richard Burton (¡vivo desde la época victoriana!). El filme muestra una gran habilidad para integrar los números musicales en el relato, aunque es cierto que la narración posee un ritmo bastante irregular. Pese a ello la propuesta es lo suficientemente marciana y corrosiva como para mantener nuestra curiosidad hasta el final y vehicula una propuesta solvente y original que pone en cuestión algunos capítulos de la "historia oficial".
A favor: El número del sexo anal.
En contra: Su irregularidad.