Críticas
3,0
Entretenida
London Boulevard

Atrapado por su pasado

por Manuel Yáñez

La del cine es, en gran medida, una historia de préstamos. A veces, las influenciaso intercambios se producen entre directores de diferentes épocas o continentes: lasrelaciones entre maestros y herederos tienen un punto caprichoso. Sin embargo, hayveces en que los préstamos son más directos, incluso personales. Esta podría seruna buena manera de entender 'London Boulevard', película con la que WilliamMonaghan rinde tributo a Martin Scorsese, su particular maestro a la hora de navegarpor las turbias aguas del cine negro. Como apuntaba anteriormente, el homenaje espersonal, dado que Monaghan saltó al primer plano de Hollywood gracias a 'Infiltrados'(2006), el filme de Scorsese cuyo guión le valió un Oscar —y por cierto, no está demás recordar que 'Infiltrados' era un remake de la hongkonesa 'Infernal Affairs':otro préstamo—. En este caso, Monaghan se empapa de la habilidad de Scorsese parainsuflar verismo callejero a las viejas historias de gángsteres que buscan redimir susalmas en un mundo corrupto. Eso sí, el Nueva York italoamericano de 'Malas calles'(1973) o 'Uno de los nuestros' (1990) es substituido aquí por un Londres de calles tangrisáceas como su perenne cielo nublado. Calles por las que circulan criminales de pocamonta convertidos en títeres de mafiosos que se creen los protagonistas de una películade Tarantino (Ray Winstone se encarga de dar la nota en una película que apuesta poruna cierta sobriedad).

A pesar de la pátina verista sobre la que reposa 'London Boulevard', una película queconsigue sortear el histerismo posmoderno a la Guy Ritchie, este thriller urbano no lehace ascos al romanticismo y la estilización propios del noir. De hecho, cabe apuntarque se trata de la adaptación de una obra del irlandés Ken Bruen, reputado autor denovela negra. Así, el aire cool del filme se ve amplificado por pequeños toques retro —esas enormes patillas y gafas de sol setenteras que lucen los policías y paparazzis quepueblan el trasfondo de la acción—, mientras la banda sonora también aporta su toquede distinción gracias a un ecléctico cruce de melodías de spaghetti western a lo EnnioMorricone, acordes de Dylan y una selección de hits de The Yardbirds. En resumen,estamos ante una película en la que muchos pagaríamos por vivir... unos días: el tiemposuficiente para jugar a ser tipos duros como los de antes... y luego salir pitando; unlujo que no puede permitirse el protagonista, un Colin Farell que se enfrenta a dilemasy pasiones similares a los del Carlito Brigante (mítico Al Pacino) de 'Atrapado por supasado' (1993), de Brian de Palma.

En conjunto, Monaghan sabe mantener vivo y candente este relato de redenciones (yamores) imposibles, en el que un gángster perseguido por viejas alianzas se transformaen el protector de una actriz atormentada por la fama (Keira Knightley). De hecho,el mayor problema del filme es su incapacidad para hacer creíble la ortopédica einverosímil historia de amor entre la princesa y su perro guardián, una relaciónque parece tristemente deudora de aquella que vivieron Kevin Costner y WhitneyHouston en una olvidable película de 1992. Superado el shock que puede provocar este cortocircuito de referentes (Scorsese + 'El guadaespaldas'), cabe decir que 'London Boulevard' se mueve con soltura entre los códigos y arquetipos del noir, dejándose abrazar además por los aires fatalistas de la versión europea del género.

A favor: La combinación de realismo y estilización en la aproximación de Monaghan alnoir.

En contra: La endeble subtrama romántica.