Críticas
3,0
Entretenida
Verano de corrupción

Iniciación a la maldad

por Rodolfo Sánchez

Tras sorprender con su segunda película, la magnífica Sospechosos habituales, Bryan Singer firmó Verano de corrupción, adaptación de una novela de Stephen King en la que el terror se va produciendo o manifestando mediante la manipulación psicológica y no por elementos fantásticos externos. Así, Singer traza una historia sobre un joven que descubre en una pequeña ciudad norteamericana a un anciano, interpretado por un excelente Ian McKellen, quien perteneció a las SS.

A partir de ahí, ambos establecerán un juego morboso, fetichista y totalmente enfermizo que Singer visualizará mediante un estilo seco y directo, incluso elegante. El ritmo es pausado y hay un buen trabajo alrededor del detalle. Sin olvidar que la atmósfera enfermiza que se crea es excelente. Todo hace de Verano de corrupción una película notable que, sin embargo, acaba cerrándose de mala manera, cayendo, como era de esperar, en la sorpresa o giro final (concesión de cara a la taquilla posiblemente) y dejando de lado unas cuantas ideas interesantes. Pero en su conjunto se trata de una película solida e inquietante sobre el poder y la condición humana.

A favor: McKellen y el trabajo de Singer tras la cámara.

En contra: Los giros finales.