Críticas
4,0
Muy buena
Guardianes de la galaxia vol. 2

El mejor pop de la galaxia está de vuelta

por Alejandro G.Calvo

Si tuviera que reducir a tres las piezas/películas clave del Universo Cinemático de Marvel (UCM) sin duda me quedaría con (1) Iron Man (2008): al ser la película-chupinazo que dio pie a la existencia del mismo –borrando del mapa producciones pretéritas de todo tipo y calaña como el Capitán América (1990) de Albert Puyn, el Daredevil (2003) de Mark Steven Johnson o el Hulk (2003) de Ang Lee-, (2) Los Vengadores (2012): al demostrar que un film mash-up de superhéroes, al igual que en las grandes sagas del mundo del cómic, era mucho mejor que sus películas por separado (no nos engañemos: tanto las dos primeras Iron Man, como los primeros títulos del Capi y de Thor tienen tantos picos como valles) y (3) Guardianes de la galaxia (2014): por dos razones, (3.1) al demostrar que un film de superhéroes ni siquiera tiene que contar con personajes conocidos por el gran público para funcionar y (3.2) porque empezó a cimentar que las vertientes subgenéricas dentro del patrón del cine superheroico eran un filón del que extraer oro en bruto: Guardianes de la galaxia (space opera), Iron Man 3 (action movie, 2013), El soldado de invierno (2014, thriller),  Ant-Man (2015, comedia), Doctor Strange (2016, fantasía)…

Tras el film de James Gunn, casi un Star Wars para la generación millenial, personajes como Mapache Cohete (Rocket, en su versión fílmica) o Groot pasaron de forma inmediata a formar parte del imaginario pop del Siglo XXI. Su mezcla desenfadada heredada del cine de aventuras modelo años 50 –el mismo del que bebía Indiana Jones (claro referente de Star Lord / Peter Quill)- y la pasión desenfadada y juvenil del cine teen de los años 80 –década a la que hacían referencia la mayoría de los chistes de guion- convirtieron Guardianes de la Galaxia en un hit en toda regla. Marvel, a partir de ahí, podía hacer lo que le viniera en gana, pues había demostrado tener el toque mágico del blockbuster contemporáneo, una mezcla iconoclasta de pulsión pulp, chistes en cascada y secuencias de acción enmudecedoras que hacían (prácticamente) que todos sus productos fueran irresistibles.

Guardianes de la galaxia Vol. 2 recupera a los personajes de la primera entrega –con Groot convertido en una deliciosa versión bebé- y los lanza a una nueva aventura de doble vía argumental: por un lado tenemos el reencuentro de Star Lord con su padre (Ego, al que da vida el siempre brillante Kurt Russell (algo así como el Bill Murray del cine de acción)), por otro la rebelión de los saqueadores frente al que era su jefe hasta entonces, Yondu (que deja atrás su socarronería para convertirse en una pieza clave en la parte emocional de la cinta) y que pilla de por medio al tándem Rocket-Groot. James Gunn dota a la cinta de un tono mimético al del original siguiendo la máxima de que, si algo es bueno, para qué cambiarlo; dándole a la cinta cierto aroma de déjà-vu, que no impide en ningún caso que esta se disfrute al mismo ritmo (y épica) de las canciones que van cayendo en Greatest Hits Vol. 2 que Quill recibe al final de la primera entrega.

Lo mejor de la cinta, de nuevo, viene de la mano del mini árbol viviente. Empezando por unos divertidísimos títulos de crédito donde mientras vemos a Groot bailar en primer plano, al fondo del mismo sus compañeros tratan de lidiar, más mal que bien, con un monstruo galáctico de tomo y lomo. Y acabando con una secuencia en su parte final que ya descubrirá el espectador (me pareció lo más divertido de la cinta). Entre medias hay espacio un poco para todo: más chistes sobre los 80 –alguno bastante trillado, todo sea dicho-, una mayor carga dramática en el crecimiento como “familia” del team superheroico, una mayor presencia de la imagen líquida (en el mundo de Ego), todo tipo de armas gigantescas disparadas a bocajarro y, al menos, un par de momentos donde atrona la música de Fleetwood Mac mientras la épica narrativa se desborda hasta llegar a esa zona donde el magma espectacular empieza a resultar principio, medio y fin, al mismo tiempo. Por todo ello es más que válido reconocer que Guardianes de la Galaxia Vol. 2 es tan divertida como la que más de las películas de Marvel, pero no la mejor de ellas.

A favor: El cameo de Stan Lee

En contra: En la primera película de Bob Esponja ya había chistes sobre David Hasselhoff