Críticas
4,0
Muy buena
Eternity

Una mujer, dos destinos en el más allá

por Andrea Zamora

Tengo una mala noticia: después de morirte, vas a tener que seguir tomando decisiones. El descanso eterno llega, pero primero tienes que elegir dónde. Hay tantas opciones como ideas de felicidad existen: un mundo sin nombres, un mundo de playas, un mundo de montañas, un mundo jurásico, uno de arte, otro del lejano oeste, uno parisino y uno en el que siempre es primavera. Si lo imaginas, existe. El problema es que esta elección es la más importante de todas porque una vez te vayas a él ya no hay vuelta atrás.

Joan es la protagonista de Eternity y acaba de morir. Lo ha hecho rodeada de su familia. Ha cerrado los ojos por última vez postrada en una cama y ¡boom! ha despertado en un vagón de tren. Todo es muy confuso, pero va entendiendo poco a poco qué está ocurriendo: ha llegado al más allá, una suerte de estación de trenes y feria de mundos para pasar la eternidad que se llama El Cruce. Tiene una semana para decidir a dónde quiere irse a descansar para siempre. Sin embargo, el caso de Joan es… complicado. Cuando llega al más allá se encuentra con Larry, su campechano marido durante más de seis décadas, pero también con Luke, su primer esposo que murió en la guerra, que parece un galán de telenovela y que lleva esperándola allí todo este tiempo. Joan, además de elegir lugar, también tiene que decidir con quién.

Nueva joya del romántico y fantástico

Eternity, dirigida por David Freyne, es una nueva joya del cine romántico y fantástico. Una película que parece un clásico, pero que se siente como algo nuevo y original a la vez. La historia es atractiva, los personajes son acertados, tiene toques muy cómicos y la química de su trío protagonista es innegable.

Elizabeth Olsen interpreta con un carisma pasmoso a Joan. Miles Teller y Callum Turner, Larry y Luke respectivamente, saben pasar de la galantería a la torpeza con gracia. Los tres juntos on divertidos y tiernos. Por parejas, también. Y los secundarios, que corren a cargo de unos magníficos John Early, Olga Merediz y Da'Vine Joy Randolph, son el aderezo perfecto para una historia que necesita poco para funcionar porque todo está añadido en su justa medida.

En su última parte, Eternity derrapa un poco y parece que le cuesta cerrar su historia, pero los fallos los suple con un final que, pese a algo predecible, está bien ejecutado.

Eternity es una película inteligente que no pretende ser más que lo que es: un filme entretenido, reflexivo, divertido y muy pero que muy simpático