Críticas
0,5
Pésima
Apostando al límite

Pérdida asegurada

por Diana Albizu

Es un hecho más o menos reconocido que Al Pacino ha intervenido en muchas toneladas de basura a lo largo de su filmografía. Es que a él le encanta trabajar y suponemos que su cuenta corriente debe tener un flujo de gasto importante. No importa, porque, por muy mala que sea la película que le contiene, Pacino siempre consigue hacerse interesante de ver, por mucho que a veces se le vaya la mano con los ataques de sobreactuación expresionista. Pero hay un agujero negro de dos años en su carrera, en los que, después de ganar el Globo de Oro con la miniserie 'Angels of America' (Mike Nichols, 2003) e interpretar a Shylock en 'El mercader de Venecia' (Michael Radford, 2004), enlazó la presente 'Apostando al límite' con la todavía peor '88 minutos'. Puede que ambas sean lo peor que ha hecho.

En el caso que nos ocupa, su dueto con Matthew McConaughey como dos especialistas en predicciones de apuestas deportivas está tan desgastado que es fácil predecir todos los avances del guión con secuencias de antelación. Del descubrimiento de un nuevo talento a su acomodación en el ecosistema de las apuestas hasta su desgaste, petulancia e inevitable caída. Es tan formulaico que hasta el director D.J. Caruso tampoco se esfuerza demasiado en dotar de ritmo o poderío visual a lo que cuenta.

A favor: El pelo de Rene Russo.

En contra: El previsible camino de ascenso y caída de Matthew McConaughey.