Críticas
3,5
Buena
Alice

Una pequeña gran película

por Rodolfo Sánchez

Woody Allen cerró la década de 1980 con una obra de la envergadura de Delitos y faltas, y abrió la de los noventa con una de sus obras quizá menos considerada, Alice, comedia romántica que viene a ser un cruce entre Alicia en el país de las maravillas y Julieta de los espíritus de Fellini. También un regalo para por entonces mujer y musa de Allen, Mia Farrow, a quien ya había dado no pocos papeles protagonistas pero que en Alice encuentra uno de esos personajes llenos de matices, de variaciones, de cambios, que obligan a la actriz a esforzarse para entregar una interpretación medida, emotiva y divertida, como la película, asentada, como suele ser normal cuando se habla de Allen, en un magnífico guion que, en este ocasión, el cineasta opta por una visualización que se aleja en cierto sentido de su predecesora mediante una puesta en escena dinámica y de ritmo desenfadado para una película en la que Allen no dude en introducir un cierto toque fantástico (irreal) que rompe con la severidad de sus anteriores películas. Una película ágil y divertida que suele verse como una medianía en la carrera de Allen cuando en verdad tiene otras francamente peores y más aplaudidas.

A favor: Farrow.

En contra: Que evidencia demasiado sus referencias, algo que debilita en cierta manera su discurso.