Críticas
2,0
Pasable
Están todos bien

Todo sobre mi padre

por Xavi Sánchez Pons

Un Giuseppe Tornatore con un cheque en blanco en la mesa, de dinero y de libertad creativa, tras el éxito mundial de Cinema Paradiso se arriesgó, y como, en Todos están bien, una de sus películas más ambiciosas tanto en la forma como en el contenido.

Viaje emocional y surrealista de un hombre viudo, un inolvidable Marcello Mastroianni, en busca de sus hijos, desperdigados por la Italia de los años noventa, el filme del cineasta italiano es una especie de remedo alucinado, loco y muy sui generis del Cuento de Tokio de Yasujiro Ozu, con unas gotas del Federico Fellini de Amarcord. Sobre el papel esta mezcla prometía, pero el director de La mejor oferta naufragó por un problema de tonos en una película donde las escenas oníricas, que rozan el realismo mágico, se dan la mano de forma no muy acertada con pasajes más mundanos y entrañables. En esa mezcolanza naufraga Todos están bien, una película muy sobrevalorada, como la mayoría de trabajos de Tornatore.

A favor: la excelente banda sonora de Ennio Morricone

En contra: los pasajes oníricos no acaban de funcionar