Dragones y Mazmorras es uno de los juegos de rol más míticos de la historia, pero adaptarlo a la gran pantalla no tiene que ser nada fácil. Sobre todo cuando decides cambiar algunas de las reglas que los fans del juego conocen tan bien. Eso es lo que ha ocurrido en Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, el filme dirigido por Jonathan Goldstein y John Francis Daley que llega a las salas de cine el 31 de marzo.
El estreno del primer tráiler del filme ya hizo sonar las alarmas entre los fans del juego de rol. Se trata de un momento en concreto del adelanto en el que ocurre algo que chirrió a los que conocen las reglas al dedillo.
Doric, la druida tiefling que interpreta Sophia Lillis en el filme, aparece transformándose en un Oso Lechuza utilizando Forma salvaje. Esto último es una aptitud que tienen los druidas en el juego de rol y que les permite convertirse en cualquier bestia con la que se han encontrado antes. En este caso, Doric se convierte en un Oso Lechuza, un ser con cuerpo y garras de oso y el plumaje y cabeza de una lechuza, con el que le es fácil derrotar con sus enemigos.
El problema es el siguiente: Los Oso Lechuza están clasificados como monstruos y no como bestias, por lo que Doric no podría transformarse en uno de ellos utilizando Forma salvaje.
Las críticas por parte de los jugadores más estrictos del juego no tardaron en aparecer. Ahora, los directores de Dungeons & Dragons les han respondido. "Estamos al tanto de que hubo cierta controversia en la comunidad fan después de que el primer tráiler mostrar a un druida convirtiéndose en un Oso Lechuza, y eso fue algo sobre lo que discutimos bastantes cuando estábamos escribiéndolo", comienza Goldstein en IGN.
Como continúa:
Sabemos que no está permitido técnicamente, pero nos suscribimos a la regla de lo guay, y sentimos que nosotros, como Dungeon Masters de esta película, dejaríamos a nuestros jugadores hacerlo, así que por qué privar a la audiencia por algo tan guay y emocionante como eso
Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, protagonizada por Chris Pratt, Michelle Rodriguez y Regé-Jean Page, no es la primera adaptación cinematográfica del famoso juego. En 2001 se estrenó Dragones y Mazmorras y, además de recaudar solo 33 millones de dólares en todo el mundo -con un presupuesto de 45 millones de dólares-, fue destrozada por la crítica.
Con este ejemplo como antecedente, no es de extrañar que los fans del juego de rol estén bastante encima del material que van estrenando sobre el nuevo filme. No obstante, es lo que siempre pasa con las adaptaciones de un juego, videojuego o libro: hay que hacer ciertos cambios para favorecer la narración y el ritmo de la historia en la gran pantalla. Y esas modificiaciones pueden funcionar muy bien en el cine.
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