Hubo un tiempo en el que no eras una película de acción en condiciones si no tenías un tornado rompiéndolo todo a su paso como es debido. Ya te llamaras El día del mañana o La tormenta perfecta, un tornado te arreglaba una escena perfectamente. Pero hubo una que se convirtió, ya de paso, en la descripción perfecta de una película de catástrofes tornadescas. Una que, además, tendrá una secuela en 2024: Twister.
Naked Twisters
Twister, que nació en los 90 con la idea de que fuera Steven Spielberg el que la dirigiera, fue dando bandazos por despachos hasta acabar sobre la mesa de Jan de Bont, que se acababa de ir del Godzilla americano por las famosas "diferencias creativas". Y tuvo que enfrentarse a uno de los rodajes más complicados de la historia de Hollywood: guionistas con bronquitis, actores a los que casi vuelven ciegos con los efectos especiales, miembros del equipo que se marcharon al cabo de un mes tras creer que nada estaba bajo control...
Al final, la película costó unos 90 millones de dólares que se recuperaron de sobra, pero hubo un pequeño error que quedó para la historia del cine. Es en el minuto 55 y dura apenas tres planos, pero es suficiente para ver que en plena persecución, en la que los protagonistas acababan traspasando un siempre oportuno campo de maíz, de pronto aparece un señor desnudo de la nada. Nadie sabe qué hace ahí ni por qué estaba desnudo, pero de alguna manera se coló en el metraje sin que nadie se diera cuenta hasta mucho tiempo después.
Probablemente esta imagen nunca se hubiera descubierto si no fuera porque Twister fue la primera película de la historia en salir en DVD en Estados Unidos. Y claro, entre prueba y prueba dándole al pause apareció un señor cubriendo sus partes íntimas tan solo con un trozo de maíz. ¡Y sin protegerse del tornado ni nada!