El programa británico The Graham Norton Show se caracteriza por ser el centro neurálgico de las anécdotas más locas y desconocidas de algunos de los actores y actrices más famosos de Hollywood. En esta ocasión, la protagonista ha sido Kate Winslet, quien ha desvelado uno de los momentos más vergonzosos de su carrera.
Antes de que saltase a la fama tras su papel como Rose en Titanic, Winslet ya había dado el salto a la gran pantalla con títulos como Hamlet de Kenneth Branagh o uno de los títulos de época por excelencia, Sentido y Sensibilidad. Pero, sus comienzos fueron en el teatro, lugar donde tuvo sus primeros desnudos ante el público y que vinieron acompañados de un momento que jamás olvidará.
Cuando el presentador le pregunta a Winslet sobre una experiencia bochornosa, la intérprete comienza con esta frase: “Bueno, hubo una vez que casi me cago encima”. En ese momento, presentador, invitados y público sueltan una carcajada ante lo que está a punto de venirse.
Si lo peor que te ha pasado en un cine es aguantar a gente hablando, has tenido suerteEste momento tuvo lugar cuando la protagonista de Titanic tenía 18 años e iba a representar la obra What the Butler Saw por Joe Orton en el Royal Exchange en Manchester. En la obra, Winslet daba vida a Geraldine, que va a solicitar el trabajo como secretaria del médico, y le piden que se desnude para hacerla un reconocimiento. Ahora es cuando todo se complica.
En el momento en el se desnuda tras una cortina circular y se sube a la camilla desnuda es cuando Winslet siente que se hace sus necesidades encima: "Oh, dios mío, me voy a cagar encima. ¡Estoy tumbada en una cama blanca y desnuda en el escenario! Y estoy convencida de que me he cagado encima!".
Algo que se suma a la dificultad de esta situación es que la particularidad del escenario de este teatro es que es redondo, lo que significa que Winslet era observada por todos y cada uno de los lados, pero tiene que salir de ahí antes de que sea el "hazmerreir", tal y como asegura la intérprete.
“Así que trato de coger la sábana lo mejor que puedo. Me enrollo como si fuera un ninja y pongo la sábana enrollada alrededor de mí. Todo esto de pie frente a una audiencia que puede verme desde cualquier ángulo y estoy segura de que si me muevo voy a llenar todo el suelo de caca”, cuenta la actriz entre risas y llanto.
Finalmente, todo quedó en una anécdota más que contar entre risas, y Winslet no se hizo sus necesidades delante de miles de personas en el escenario. Lo que sí está claro es que fue un buen susto difícil de olvidar.