Los grandes estudios de cine no se libran de fracasar estrepitosamente en la taquilla. Aunque tienen más dinero y facilidades para arriesgar con propuestas nuevas, la incertidumbre es una de las características del negocio cinematográfico: nunca, realmente, podemos saber qué va a funcionar o no.
En la lista de mayores fracasos de todos los tiempos hay un buen puñado de ejemplos de títulos que lo tenían todo para triunfar, pero el resultado fue todo lo contrario. Uno de ellos es Un pliegue en el tiempo (A Wrinkle in Time), filme que hizo perder a Disney unos 130 millones de dólares.
Un pliegue en el tiempo (A Wrinkle in Time) es una adaptación de la novela homónima de 1962 de Madeleine L'Engle. Dirigida por Ava DuVernay, la historia sigue a una joven de 13 años llamada Meg Murry que, tras la desaparición de su padre, un científico, es enviada junto a su hermano al espacio para intentar dar con su paradero.
El reparto de la película es de lujo. Además de Storm Reid, el filme cuenta en su elenco con Chris Pine, Reese Witherspoon, Mindy Kaling, Gugu Mbatha-Raw, Zach Galifianakis, Michael Peña y David Oyelowo. DuVernay, por su parte, llegaba a la película tras haber triunfado unos años antes con Selma y el documental Enmienda XIII.
Ya ves: ciencia ficción, un buen reparto, una directora destacable… Nada de eso sirvió para que Un pliegue en el tiempo (A Wrinkle in Time) triunfara. El filme se enfrentó en taquilla al éxito de Black Panther, el filme de Marvel protagonizado por Chadwick Boseman, y llegó a las carteleras con críticas no demasiado positivas.
La prensa especializada destacó la belleza visual del filme y la capacidad para emocionar en ocasiones, pero el proyectó pecó de ambicioso y el resultado no gustó demasiado. En Rotten Tomatoes, la puntuación del público es todavía menor que la de la crítica. Estos últimos le dan un 42%, pero los espectadores un 26%.
No obstante, lo importante de una superproducción es cómo responde en taquilla. Un pliegue en el tiempo (A Wrinkle in Time) costó entre 100 y 130 millones de dólares y recaudó más de 132 millones de dólares en todo el mundo. Para que una película sea rentable tiene que recaudar la mitad de lo que ha costado. Como ves, este filme se quedó muy corto e hizo perder a Disney unos 130 millones de dólares.
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