Cuando en las películas de Harry Potter, de pronto, Harry y Ginny acabaron juntos un poco en una relación que salió un poco de la nada, parte del público, que esperaba que el mago acabara enamorado de Hermione, se decepcionaron al no entender nada. Las sutilezas que JK Rowling iba dejando en los libros se perdió totalmente al pasarlas al audiovisual. Sin embargo, la escritora se mantuvo en sus trece, e incluso llegó a declarar que Harry y Ginny "son almas gemelas". No seremos quienes le quiten la ilusión.
Ginny Weasley y los pantalones fabulosos
Ginny empezó siendo una secundaria en la saga, la hermana de los Weasley con la que Harry pasó veranos y veranos y, al final, es lógico que acabaran juntos. No es casual: según Rowling, desde el principio sabía que ambos se acabarían casando. "Él necesita estar con alguien que pueda soportar las presiones de estar con Harry Potter, porque él es un novio que da miedo en muchos sentidos", comentó en su día.
Y pocas personas entienden mejor lo que es pasarlo regular que Ginny, con una familia tan pobre como los Weasley. Prueba de ello la podemos encontrar en esta foto grupal de la quinta película, Harry Potter y la orden del fénix, donde, al ver al grupo junto, podemos observar cómo los chicos llevan pantalones y las chicas falda, pero a la hora de vestir a Ginny, los diseñadores de vestuario decidieron ponerle pantalones, probablemente heredados de sus hermanos. Atención al detalle extremo.
Bonnnie Wright, la actriz que hizo de Ginny durante ocho películas, acabó pasándose al lado del activismo meteorológico, y ha recibido premios de Greenpeace y Lumos. De hecho, parece que desde 2018 ha abandonado la actuación para centrarse en su trabajo como directora de cortometrajes y videoclips. Podemos decir que ha hecho su magia.