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    5.000 personas creyeron que iban a un festival de lujo: les dieron sandwiches rancios y tiendas de campaña empapadas
    Sara Heredia
    Sara Heredia
    -Redactora jefe SensaCine
    Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

    Posiblemente la mayor estafa de la historia en los festivales de música

    El Fyre Festival iba a celebrarse en las Bahamas y prometía ser el gran evento musical del 2017. Algo único, legendario y mucho mayor que el Coachella. El lugar elegido fue una isla paradisiaca y los asistentes iban a ser supermodelos, famosos y millonarios que se iban a dar cita para disfrutar de la música más actual. Terminó siendo una pesadilla que llevó a sus organizadores a prisión.

    Todo está contado en el documental de Netflix FYRE: La fiesta más exclusiva que nunca sucedió, estrenado en enero de 2019, tan solo dos años después de que tuviera lugar este insólito caso. Dirigido por Chris Smith, la producción es un resumen muy entretenido y completo del gran fiasco.

    Fyre
    Fyre
    Fecha de estreno 24 de octubre de 2022 | 1h 37min
    Dirigida por Chris Smith (II)
    Con Ja Rule, Alyssa Lynch, Kendall Jenner
    Medios
    3,9
    Usuarios
    3,0
    Streaming

    El empresario Billy McFarland y el rapero Ja Rule tuvieron una idea para promocionar la aplicación Fyre, la cual permitía a gente pudiente contratar a artistas para música en vivo: un festival exclusivo. Durante un vuelo privado, McFarland y Ja Rule aterrizaron en la isla Cayo Norman y filtraron imágenes de supermodelos pasándoselo en grande en ese paraje paradisiaco. "Un festival de música inmersivo... dos fines de semana transformadores... en los límites de lo imposible", rezaba la promoción. 'Influencers' como Emily Ratajkowski, Hailey Baldwin, Kendall Jenner o Bella Hadid fueron pagadas para promocionar el Fyre Festival.

    Las entradas costaban entre 500 y 1500 dólares e incluían billetes de avión, bungalows de lujo, comida "isleña excepcionalmente auténtica" y una infraestructura del más alto nivel. En cuanto a los artistas, confirmaron la participación de 33, que incluían a Pusha T, Tyga, Desiigner, Blink 182, Major Lazer o Disclosure.

    El comienzo del desastre: solo unos meses de preparación y un presupuesto 12 veces menor del necesario

    Pronto empezaron a llegar compradores. "Me compré la entrada en cuanto vi la campaña en Instagram", aseguraba Mark, uno de los estafados, en una entrevista con Cadena SER, "Compré la entrada por 500 dólares e incluía vuelo desde Miami a Bahamas, entrada para el festival, alojamiento y la comida". Mientras la vida perfecta promocionada en internet hacía efecto, los organizadores encontraron todo tipo de dificultades en la vida real.

    Para empezar, no lograron alquilar Cayo Norman, como pretendían. En su lugar, el gobierno de Bahamas les cedió un estacionamiento y un puerto deportivo en una isla que no era ni privada ni remota, como promocionaban. Todos los asesores que consultaban les decían que un evento de ese nivel necesitaba un año para planificarse -ellos contaban con un par de meses- y 50 millones de dólares en el banco -tenían unos 4-. Sin tiempo ni inversión, MacFarland decidió hacerlo todo por su cuenta.

    Tan solo unos días antes de la celebración, todo se derrumbó. Los artistas prefirieron retirarse de la experiencia y el proveedor del cáterin también desapareció. Además, MacFarland esperaba recibir dinero de varios inversores que prefirieron no hacerlo tan solo unos días antes. A pesar de que todos le aconsejaban retrasar el festival, el empresario quiso seguir adelante con las fechas originales -los fines de semana de 28 al 30 de abril y del 5 al 7 de mayo de 2017- y recurrió a medidas cada vez más extremas.

    Anunció que el Fyre Festival era un evento sin efectivo ni tarjeta, por lo que los asistentes debían cargar una pulsera, la FyreBand, con dinero antes de llegar a la isla. Aconsejó una media de entre 300 y 500 dólares para cada día.

    La semana antes de festival me llamaron cuatro veces para decirme que ingresara dinero en la pulsera del festival. Me decían que dentro del recinto no se podría usar efectivo y que ingresara dinero en la pulsera, mucho dinero. Me decían que la media eran 3.000 dólares. Obviamente no metí tanto dinero porque me sonó raro, pero no imaginaba que todo iba a terminar así

    Así recaudó 2 millones de dólares que usó para pagar un préstamo a corto plazo. ¿El problema? El lugar tenía una conexión wifi muy pobre que dejaba las pulseras inutilizables y, por supuesto, ninguno de los asistentes recuperó el dinero a pesar del fiasco que fue el evento.

    Sándwiches rancios y colchones empapados

    Hubo enormes problemas de organización, pero lo que se encontraron los asistentes fue mucho peor de lo esperado. A primera hora de la mañana llegaron los primeros vuelos y los pasajeros fueron llevados a una fiesta improvisada donde permanecieron horas mientras los organizadores preparaban todo a un ritmo frenético. Cuando había unas 500 personas ya en la isla, se hicieron evidentes los problemas. No había suficientes tiendas de campaña para todos -aún faltaban 4.500 festivaleros por llegar-, los colchones estaban empapados por la tormenta de la noche anterior y la comida no eran más que sándwiches de queso.

    X @tr3vorx
    La "cocina isleña" que recibieron los asistentes

    No había iluminación ni agua corriente ni personal médico. Tampoco había forma de contactar con el exterior porque no había internet ni teléfonos disponibles. Como el evento había sido promocionado como 'festival sin efectivo', casi nadie llevaba dinero encima y el resto de hoteles de la isla estaban llenos al ser temporada alta. No había forma de escapar de allí. Para empeorar las cosas, los vuelos fueron cancelados y quienes esperaban en el aeropuerto para volver a casa se quedaron sin acceso a comida o agua. La gente entró en modo supervivencia.

    Todo el mundo intentó encontrar tiendas. Allí no había nadie a quién preguntar y lo peor de todo: no había manera de abandonar la isla. No había vuelos de vuelta

    Como imaginarás, los organizadores fueron demandados. Muchas demandas fueron desestimadas, pero el 21 de mayo de 2017, el FBI investigó a McFarland por fraude por correo, fraude electrónico y frauda de valores. Un mes después fue arrestado y acusado de los cargos. Finalmente, fue sentenciado a seis años de prisión y se le ordenó confiscar 26 millones de dólares.

    "Decepcioné a la gente. Decepcioné a los empleados. Decepcioné a sus familias. Decepcioné a los inversores. Así que necesito disculparme. Estoy equivocado y es malo", declaró en Good Morning America en noviembre de 2022 tras salir de prisión en mayo de ese mismo año. En 2023 anunció que habría un Fyre Festival II y se agotaron las entradas. ¿La fecha de celebración? Está por ver.

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