Lo más normal es que el equipo de Vogue nunca llame a mi telefonillo para hacerme 73 preguntas aleatorias a la vez que vamos recorriendo mi piso. Sobre todo porque se lo habría mostrado por completo durante las primeras 10 cuestiones. Igualmente, Architectural Digest tampoco tendrá el mismo interés por mi humilde morada. Sin embargo, entiendo a la perfección que la nueva casa de Javier Calvo y Javier Ambrossi se colase en su agenda, porque yo todavía estoy flipando con lo que he visto.
La pasada semana la publicación especializada mostró en exclusiva el que desde hace un tiempito se ha convertido en el hogar de los productores, directores, guionistas y un largo etcétera que a mí me gusta resumir como los dueños del "show business" español de los últimos años.
La pareja, creadores de éxitos como el musical y la película de La Llamada, la reciente La Mesías o Veneno, ha dejado su piso de Malasaña por una casa de dos plantas unifamiliar, obra de los arquitectos Benjamin Iborra y Raúl Hinarejos, de los estudios Mesura y Viraje respectivamente, en la que siempre se siente como si fuese estío: “Queríamos mudarnos a una vivienda que pareciera una casa de vacaciones, donde siempre fuera verano”. Y mira, creo que es una definición muy cercana a lo que para mí supone la felicidad.
La obra de esta construcción de dos plantas, que en principio iba a ser una, ha tomado unos tres años, y no me extraña nada, ya que los dueños comentan que, por ejemplo, la columna que preside el salón tuvo que hacerse "in situ" durante meses para pulir la piedra, darle forma redonda y que salieran a relucir los detalles azules que se aprecian en el "house tour" que han grabado de la mano de AD.
En la casa destacan los espacios abiertos y las líneas minimalistas que contrastan con la excentricidad y el colorido de algunas de las obras de arte que adornan los muros. El hormigón y la madera, a toquecitos, son los reyes de cada estancia y los muebles de diferentes diseñadores encajan a la perfección y dotan de personalidad cada rincón del nuevo hogar de los creativos cuya esencia se aprecia a las mil maravillas en la vivienda.
Contar con un espacio así les resulta fundamental a Javier Calvo y a Javier Ambrossi, ya que es una vía de escape dentro de la propia rutina. Como ellos destacan, solo la posibilidad de poder salir al jardín ya les insufla energía para los momentos duros de los procesos creativos para los que antes sentían la necesidad de escaparse. Yo desde luego estoy enamorada de la zona de la biblioteca. Me quedaría ahí a vivir sin problema. ¡Vaya sueño erótico!
Por supuesto, aunque la casa cuenta con zonas más íntimas y privadas, todas en la planta superior, en la zona baja todo invita al disfrute en compañía: grandes sofás, largas mesas, zonas de cocina inmensas y, como no podía ser de otra forma, Los Javis han descartado la posibilidad de tener un garaje, debido a que no tienen coche, para tener su propia sala de cine, algo que representa un momento de ocio pero también de trabajo, en busca de inspiración o de revisión y crítica de sus propios proyectos.
