La leyenda del licántropo nos ha venido acompañando desde el Imperio Romano. Ya por aquel entonces se hablaba de lunas llenas, ataques a ovejas y transformaciones que volvían a su ser al amanecer. Está tan dentro de nuestra cultura como los vampiros, las momias o los zombis, otros personajes de terror que forman un mundo propio que Universal Pictures está exprimiendo para gusto de todos.
La momia o Nosferatu -recién llegada a cines ésta última- son algunas de las cintas con las que el estudio está reviviendo clásicos del horror. Ahora le toca el turno a Hombre Lobo, una nueva versión del mito que todos conocemos de la mano de Leigh Whannell, quien ya aportó su granito de arena a este universo cinematográfico con la genial El hombre invisible.
"Empecé pensando en todas las versiones del Hombre Lobo que se han hecho, ha sido un largo camino desde Lon Chaney hasta Un hombre lobo americano en Londres. Hay películas que amo en este panteón, pero sabía que quería hacer algo diferente. Tenía que hacer una contribución que tuviese una puerta principal hacia el personaje", cuenta Whannell en una entrevista con SensaCine.

En esta ocasión, la cinta gira en torno a la familia Lovell, que se muda de San Francisco a Oregón después de la muerte del padre de Blake y de heredar la casa de su infancia. Ya en la granja, son atacados por un hombre lobo, que le clava las garras a Blake. Atrincherados para evitar más peligros, el padre de la familia comienza a transformarse en algo horrible. Su mujer e hija siguen con él dentro de la casa y están en peligro.

"Me lo tomé como los siete estados del duelo. Cuando tienes a alguien en tu familia con una enfermedad y desaparecen lentamente, de alguna manera, pero siguen vivos y están enfrente de ti, pero no son ellos mismos. Así que ella pasa por los siete estados del duelo en una noche", afirma Julia Garner, que da vida a la madre de la familia protagonista.
A pesar de tratarse de una cinta de terror, lo importante de esta historia es el drama humano. Como cuenta Whannell en la entrevista, la clave es cómo los Lovell reaccionan a la transformación del padre mientras tratan de solucionar rencillas del pasado.
Para mí lo más terrorífico siempre es si puedes desarrollar la película en torno a algo que es importante para ti en la vida real. Si mueves la película un poco, podría ser una historia sobre una mujer y su hija que pierden al padre por una enfermedad. Eso lo magnificas un poco con los elementos de Hombre Lobo
"Todas las películas del Hombre Lobo han sido muy diferentes"
El encargado de dar vida a la bestia en esta nueva interpretación ha sido Christopher Abbott, a quien todos conocimos por Girls y que se ha mantenido con papeles como el de la miniserie Catch-22, de Hulu. "Es emocionante [interpretar un personaje tan icónico]. Mucha gente lo ha hecho, pero creo que todas las películas del Hombre Lobo han sido muy diferentes. Cada una ha dado su giro propio. Es divertido poder hacerlo en un mundo muy diferente", cuenta en nuestra entrevista.
Detrás de las garras de lobo, su trabajo era interpretar a un padre con problemas de comunicación en su familia. "Comparado con lo que sucede en la película, diría que no son esfuerzos banales, pero son esfuerzos cotidianos. Tienes problemas de comunicación con tu pareja, lidias con tu padre, intentas ser un buen padre y, de repente, algo traumático sucede y te ves forzado a entrar en modo supervivencia", declara, "Él está intentando ser un padre diferente con su hija de lo que fue su padre con él, pero no puede obviar cosas que ha heredado".
El propósito de Whannell con esta película era traer al monstruo al primer plano. Lo que hace que el Hombre Lobo sea especial y único "creo que es la idea de que tú eres el monstruo".
Muchas veces puedes señalar al monstruo en la esquina. Es lo otro, es un demonio. Pero el Hombre lobo está en ti. Para mí, eso lo convierte en un virus, que es hacia donde voy en la película

El licántropo de Abbott y Whannell ha cobrado vida mediante efectos especiales tradicionales. En otras palabras, a base de prótesis y pasar muchas horas en la silla de maquillaje. "Físicamente fue duro. Incluso hacer esas prótesis, que son preciosas y bonitas, es un proceso arduo de sentarte en la silla 6-7 horas y después ir a rodar durante 10 horas. Es un test mental, porque tienes que seguir interpretando y trabajando. Fue difícil pero fue divertida y una experiencia de la que aprender", comenta el protagonista.
No podía ser de otra manera, era una decisión tomada "desde el principio". " Quería que se sintiera real. Parte de que se sienta real es cuando la cámara se fija en algo y tu ojo te dice que está ahí. Hay algo que me distancia de la realidad cuando veo un efecto visual que sé que es un efecto visual. Por eso quería usar efectos de verdad", afirma el realizador.
También fue duro para Garner, que no supo ver la cantidad de acción que implicaba el largometraje cuando leyó el guion. "Han sido tres meses muy intensos. No había muchos descansos, no había días fáciles. Cuando leí el guion estaba centrada y realmente no consideré que esto fuera una película de acción. Había que correr mucho, hay mucho lloro, me salieron un montón de moratones. Hubo mucha acción", asegura.
Terminada la aventura del rodaje, Hombre Lobo ya está lista para llegar a los cines el 17 de enero.