John Wick 4 recaudó 440 millones de dólares en todo el mundo y abrió la saga a convertirse en una franquicia (de la este año veremos Bailarina, protagonizada por Ana de Armas). Pero no siempre lo tuvo igual de fácil: John Wick, en su primera entrega, fue una sorpresa en la taquilla pero se distribuyó tan mal que en España ni siquiera llegó a cines: un año después se emitió directamente en Cuatro, sin siquiera pasar por el mercado doméstico. Más vale atesorarlo, porque probablemente fue la última vez en la historia que un canal de televisión estrene una película tan potente.
Con tiempo para detalles
Con cada entrega, la saga fue creciendo tanto en presupuesto como en taquilla, y tanto Keanu Reeves como Chad Stahelski dieron al botón de pausa cuando parecía imparable. Y eso que originalmente en Lionsgate prometieron que John Wick 4 se rodaría al mismo tiempo que la quinta parte, aunque ahora mismo Reeves, a sus 60 años, quizá no esté tan por la labor. Cabe recordar que originalmente, en el guion, el asesino tenía 70, así que poco a poco nos acercamos a su edad original.
John Wick 4 es la sublimación de un estilo de hacer cine, con detalles increíbles que es normal pasar por alto en un primer visionado pero que se hacen grandes a posteriori. Por ejemplo, ¿os habéis fijado en la pistola de Caine, el asesino ciego? Si ponéis mucha atención, podréis ver que su P365... ¡No tiene mirilla! Obviamente, ¿para qué iba a necesitarla?
Lionsgate
Stahelski, el creador de la franquicia, tiene, por cierto, una relación de años con Keanu Reeves: ¡Empezó en Hollywood como su doble durante Matrix! Desde entonces ha crecido tanto que ha dejado John Wick a un lado y ya está preparando el remake de Los inmortales y las adaptaciones de Ghost of Tsushima, Rainbow Six y Black Samurai. Ahora solo le falta, como a Wick, tener tiempo para rodar.