Hasta la fecha, 96 películas han ganado el Óscar a la Mejor Película. De todas ellas, apenas una decena pertenecía al género de aventuras. Los cinéfilos llevan tiempo denunciando que la Academia tiene géneros favoritos claros y la fantasía, el terror o la comedia no están dentro del club. Sin embargo, lo que sucede a pie de calle es todo lo contrario. Al público le fascinan este tipo de historias y suelen estar entre las más taquilleras.
Gladiator, por ejemplo, es una de las pocas películas que se hizo con el Oscar en la categoría principal y que, además, fue financieramente rentable, haciéndose con 465 millones de dólares en todo el mundo para un presupuesto de 110. Es también la mejor película de aventuras de todos los tiempos según los usuarios de nuestra página web.
Con 4,6 estrellas sobre un total de 5, los espectadores han determinado que está por encima de toda la trilogía de El señor de los anillos, Vengadores: Infinity War y Star Wars: Una nueva esperanza. Si te apetece volver a verla, está disponible para ver en la suscripción de Prime Video y Netflix.
Y no nos sorprende demasiado el resultado. Gladiator es un drama de personajes de proporciones shakespearianas que gira en torno a la venganza de Máximo Décimo Meridio. El general romano es traicionado por Comodo, el hijo del emperador Marco Aurelio, cuando éste asesina a su padre y se apodera del trono. Pasa los siguientes años viviendo como un esclavo, pero se convierte en gladiador y escala posiciones para conseguir su objetivo: acabar con los asesinos de su familia.
Paramount Pictures
Aunque la antigua Roma cobra vida en Gladiator, el objetivo del director Ridley Scott nunca fue hacer una recreación histórica precisa y fiel. La epopeya destaca porque utiliza tecnología moderna para desarrollar unas impresionantes escenas de lucha, impecablemente coreografiadas. Si a esto le sumamos la empatía que generan las relaciones de la película, lo que tenemos no son solo épicas secuencias de batallas, sino grandes momentos emotivos con una tensión con la que es fácil quedarse.
Eso sin contar con que Russell Crowe entrega en Gladiator una de las interpretaciones más icónicas de su carrera. Su presencia imponente y su capacidad para equilibrar la furia con la vulnerabilidad emocional convierten a Máximo en un personaje inolvidable. Es una actuación poderosa, matizada y profundamente humana, que sostiene el peso de la película y que le valió un merecido Oscar.
La banda sonora de Hans Zimmer es la guinda del pastel para esta epopeya épica que es la favorita de nuestros usuarios. "A mi juicio, una de las más grandes y colosales películas del género", dice David Filme. Dicho queda.