Nadie habría apostado por ello en su estreno, pero Las guerreras k-pop se ha convertido oficialmente en la película más vista de toda la historia de Netflix. Y, como no podía ser de otra manera, ha hecho explotar la rumorología de secuelas, precuelas, spin-offs, series y todo tipo de productos derivados que veremos, con toda seguridad, en los próximos años. Sin embargo, nada va a conseguir igualar o superar el ambiente de comunidad que ha creado esta primera película entre un montón de gente que, por fin, se ha sentido entendida. No es tan fácil como parece.
Ya somos oro
Las guerreras k-pop está repleta de detalles en cada escena sobre el estilo de música, desde pósters con parodias de grupos reales hasta el cameo de Maggie Kang, su directora, como propietaria de una cuenta de Instagram que aparece muy brevemente en un gag visual. Pero, sin duda, lo que hace especial a esta cinta es el cariño que le pone a la historia de Corea y sus tradiciones, demostrando que va más allá del simple blockbuster descuidado.
Una de las más llamativas es el propio nombre del grupo rival de Huntrix, los Saja Boys. "Saja" hace referencia a "Jeoseung saja", una simbología tradicional de la muerte en Corea. Normalmente, se la muestra con un traje que ocupa todo el suelo y un sombrero alto y negro. ¡Un look que los Saja Boys tienen en la película! Y no es una invención: los propios directores han afirmado que en el tercer acto se basaron en el Jeoseung Saja, como manera tanto de homenajear su cultura como la tradición en el k-pop de cambiarse de vestuario constantemente.
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La próxima vez que veas la película fíjate bien, porque desde las armas de Huntrix hasta los accesorios en sus trajes, todas tienen uniones con la cultura clásica coreana y su historia. Y, al final, pocas cosas demuestran más el mundo globalizado en el que nos encontramos que una película de animación coreana consiguiendo estatus de culto en todo el mundo. ¿Preparados para ser Golden?