Hoy en 'streaming': una de las mejores películas de ciencia ficción de los 90 entre 'Alien' y 'El resplandor' con Sam Neill
Pedro Gallego
Pedro Gallego
-Redactor de cine y series
Periodista cultural con varios años de experiencia con especial interés en el cine y las series. Busca las mejores recomendaciones para ver en las diferentes plataformas de streaming.

Costó 60 millones de dólares y tan solo recaudó 42 millones, pero es considerada una joya del género

Estamos en el año 2047. La nave espacial Lewis & Clark está a punto de regresar a su base cuando reciben un nuevo aviso: deben acudir a la Estación Daylight a recoger al físico William Weir. El equipo se embarca en una misión que está a punto de cambiar sus vidas porque ese Weir al que tienen que rescatar es el mismo que diseñó una nave revolucionaria capaz de viajar más rápido que la luz y el mismo, también, que desapareció misteriosamente tras su primer vuelo. Los miembros de la Lewis & Clark deben localizar los restos de la nave para entender qué pasó y, con suerte, encontrar supervivientes.

Esa es la sinopsis de Horizonte final, una película que se estrenó el 17 de julio de 1998 en cines y que fue un estrepitoso fracaso, especialmente tras tener en cuenta que invirtieron un presupuesto estimado de 60 millones de dólares. Con el paso del tiempo ha recibido el estatus de joya del género, así que si quieres comprobar por ti mismo si vale la pena, la puedes encontrar bajo alquiler de 3,99€ en Apple TV+.

Horizonte final
Horizonte final
Fecha de estreno 17 de julio de 1998 | 1h 36min
Dirigida por Paul W.S. Anderson
Con Laurence Fishburne, Kathleen Quinlan, Sam Neill
Usuarios
3,4
Sensacine
2,5

La cinta está dirigida por Paul W. S. Anderson, a quien todos conocemos por ser el responsable de la franquicia de Resident Evil, la cual lleva ya seis entregas. Horizonte final fue su tercer largometraje, el cual llegó justo después de Mortal Kombat -que también recibió opiniones mixtas, pero fue todo un triunfo en taquilla-.

"No importa lo que la gente piense ahora de la película"

Pocos estudios se encontraron tan abrumados como Paramount al tener en sus manos una película como Horizonte final, con la que esperaban tener su propia aventura espacial más adulta en contraste con Star Trek, y observaron como en los pases de prueba el público se mostró horrorizado con lo que había visto. Paul W.S. Anderson había creado un experiencia espacial espeluznante y sangrienta, más violenta incluso que Alien, el octavo pasajero, y el público no estaba del todo preparado para ello. Ni limitando las imágenes más duras consiguieron algo que fuese a ser fácilmente aceptado.

Pero Anderson se mostró tranquilo, incluso aunque el tropiezo comercial pudiera dificultar su carrera, ya que sentía que tenía algo de lo que podía presumir. Le mostró la película a Kurt Russell, con quien estaba negociando para un proyecto común por aquel entonces, y el actor le contó que "no importa lo que la gente piense ahora de la película, porque dentro de 15 años vas a estar orgulloso de haberla hecho". No se equivocó. 25 años después, la película ya está apreciada como un clásico de culto.

Paramount

La tripulación, compuesta por los reconocibles rostros de Laurence Fishburne, Sam Neill, Kathleen Quinlan o Jason Isaacs, entran en la misteriosa nave para saber qué ha sucedido. Y lo que encuentran va más allá de todo lo que podían concebir sus mentes científicas, o incluso su más depravada imaginación. Anderson crea un ejercicio de suspense y tensión abrumadores, con una singular atmósfera que el cineasta atribuye a la influencia de películas espeluznantes como La mansión encantada o El resplandor.

Las influencias no se quedan en lo fantasmagórico. Anderson toma detalles de terror gótico y cyberpunk, lo que unido a sus tendencias hacia el sangriento gore va dándole una estética particular a una película que es todo un vistazo al abismo de la locura. El viaje de los personajes es de absoluta decadencia moral, lanzándose a los brazos de la demencia y del caos como única respuesta a una amenaza incomprensible. Todo un viaje a los infiernos, pero realizado en la inmensidad del espacio exterior, donde nadie podrá oír tus gritos. Un trabajo totalmente ambicioso de Anderson que no se correspondió con un aplauso inmediato. Su recaudación de 42 millones se quedó muy por debajo de su presupuesto, pero el culto generado en las comunidades más aficionadas al cine de género la han coronado como un clásico. Su influencia se puede palpar mucho más allá del cine, con videojuegos como Dead Space bebiendo claramente de sus ideas y su estética. Una joya a reivindicar.

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