Hace 59 años fue el botones de una película y no apareció ni en los títulos de crédito: ahora es una de las grandes estrellas de cine
Randy Meeks
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

Su primera película fue 'Ladrón y amante', y todas las miradas estaban puestas en James Coburn. Él no era ni siquiera un secundario, pero pronto saltaría a la fama con 'Star Wars' e 'Indiana Jones'

Imagina la situación: tienes 22 años, acabas de mudarte a Los Angeles para probar suerte en la industria del cine después de que te expulsaran de la universidad por plagio y has firmado un contrato con Columbia Pictures. No como protagonista, sino como extra en varias de sus películas. Y entonces, lo primero que haces, es insultar a un productor. Pues eso es lo que hizo Harrison Ford en sus inicios en la industria: cuando Jerry Tokofsky, productor de la época, le dijo que Tony Curtis era una estrella de cine porque cuando incluso viéndole llevando una bolsa del supermercado podía verse su arte. Ford contestó que si tuviera talento real lo haría vestido de botones. Fue despedido enseguida.

Ladrón y amante
Ladrón y amante
1h 30min
Dirigida por Bernard Girard
Con James Coburn, Todd Armstrong, Ben Astar

Y hablando de botones...

Aunque no tenemos la lista completa de las películas que hizo Ford como extra, sí que hay una en la que innegablemente aparece: Ladrón y amante (traducción muy libre de Dead Heat on a Merry-Go-Round), donde precisamente hace el papel de... botones. Este fue el primer papel de Ford en la historia del cine, y no hizo que se convirtiera en una estrella de la noche a la mañana. La película se estrenó en 1966, y el año siguiente, viendo el percal, no le quedó más remedio que tirar hacia la televisión.

Ford hizo un par de episodios de la mítica El Virginiano o La ley del revólver, entre muchas otras, esperando su salto a la fama. Tardo diez años en llegar, pero en 1977 ya sabemos lo que pasó: George Lucas quiso que fuera Han Solo en su nueva épica galáctica y tuvo tanto éxito que repitió su papel tantas veces como fuera necesario. Después vinieron Blade Runner, En busca del arca perdida, El Fugitivo o Apocalypse Now.

Uno nunca sabe dónde está el éxito: en el caso de Ford todo empezó con una pequeña película criminal que llegó a estar nominada a un Emmy a actriz revelación (Camilla Sparv). Nadie se fijó en ese molesto botones, pero si lo hubieran sabido habrían quitado a James Coburn a toda prisa para meterle a él. La Fuerza no le acompañó.

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