La nostalgia ha existido siempre. No nació con los chavales de los 80 convertidos en adultos, consumiendo reboots y diciendo "Ah, qué bien se vivía entonces": de hecho, la propia Regreso al futuro es pura nostalgia por los años 50, igual que ahora mismo se habría hecho con los 80 o los 90. Y claro, en los 90 había nostalgia por los años 70: de ninguna otra manera podría explicarse la existencia de Aquellos Maravillosos 70, una sitcom que duró la friolera de 8 temporadas e hizo que todo el mundo se encariñara con este grupo de amigos... Y tuvo, en 200 episodios, un buen puñado de estrellas invitadas.
Nostalgia dura como una roca
Mientras Aquellos Maravillosos 70 levantaba el vuelo, un veinteañero que había probado suerte en la NFL pero no había conseguido hacer carrera en el fútbol americano consiguió, con la ayuda de su padre, un antiguo luchador llamado Rocky Johnson, entrar en la WWF. Pocos imaginaban que Dwayne Johnson, que primero se hizo llamar "The Blue Chipper" y después "The Rock", aún con su nombre artístico, Rocky Malvia, encontraría el éxito y los millones como actor.
En 1999, la primera temporada de Aquellos Maravillosos 70 rodó un episodio sobre la lucha libre y, ¿en quién confiaron para interpretar a Rocky Johnson? Pues, por supuesto, en su propio hijo: Dwayne. Por aquel entonces, en la lucha libre estaba empezando a ganar cierta fama y decidió que era el momento de darse a conocer más allá. Oye, ¿qué es lo peor que podía pasar? Su siguiente papel en televisión volvió a ser el de luchador, en este caso alienígena, en un episodio de Star Trek: Voyager, mientras esperaba la llamada del cine.
Llegó, obviamente: The Rock se hizo mundialmente conocido gracias a ser el villano de El regreso de la momia, en 2001 (donde fue el Rey Escorpión). En su spin-off, de hecho, consiguió el mayor salario de la historia para un novato en su primer papel protagonista con 5,5 millones de dólares. Viendo la recaudación y su futuro, valió la pena.