La de buzo es una de las profesiones más peligrosas que existen. "Si lo piensas bien, es evidente que existe, que está ahí, pero es un mundo tan inédito, tan especial, tan peculiar que no habíamos tenido ningún contacto con él", dice el director Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971) en SensaCine. La de buzo es la profesión de los protagonistas de su nueva película Los Tigres, una que se ideó cuando el cineasta tuvo conocimiento de que existía este trabajo. "Son una mezcla de astronautas, fontaneros, electricistas y soldadores bajo el agua", describe en una de las habitaciones del Hotel María Cristina de San Sebastián, ciudad en la que se presentó el filme durante el festival de cine donostiarra.
Los Tigres, que se estrena en cines españoles el 31 de octubre, es la historia de Antonio y Estrella, dos hermanos que se ganan la vida en Huelva como buzos profesionales. Él es el que se sumerge para reparar, debajo del agua, las cosas que necesitan arreglarse. También busca cadáveres en el fondo marino cuando se necesita. Ella, por un tímpano perforado, no puede sumergirse a demasiada profundidad. Por eso se queda en el barco, pendiente de su hermano hasta que sale a la superficie.
Rodríguez sigue trabajando el 'thriller' con este nuevo proyecto que coescribe con su colaborador habitual Rafael Cobos. "Nos embarcamos un par de veces con ellos y vimos unas cuentas inversiones", recuerda el director sobre su preparación para desarrollar esta historia. "Lo que pasaba en el barco era ya un 'thriller' que duraba muy poquito, el tiempo de la inmersión, pero ese rato en superficie no había bromas, no había nada, todo el mundo estaba en tensión hasta que el buzo vuelve, se sienta y se quita el casco". Sumergirse significa peligro y muerte. "Los buzos dicen que un buen día de buceo es el día que no te mojas. Eso lo explica todo".
Los buzos dicen que un buen día de buceo es el día que no te mojas. Eso lo explica todo
El mundo del buceo, el real, el de faena y soldadura, es sucio y muy peligroso. "Quizás uno está acostumbrado a ver los documentales submarinos en los que el agua es transparente y todo es tan cristalino y nítido que tiene una visión un poco idílica de lo que es el mar", dice Rodríguez. "Los buzos, muchas veces, nos contaban que trabajan a ciegas bajo el agua, que estaban apretando, desapretando, clavando o moviendo lo que fuera sin ver nada porque lo que tienes en el casco es chocolate", destaca. "Todas estas dificultades de visibilidad, de densidad del agua, del cambio de viento; de pronto provoca que la visibilidad se pierde en absoluto. Llega una corriente que trae unas algas y se deja de ver o los imprevistos se multiplican".
Antonio de la Torre y Bárbara Lennie: El reto del buceo
Walt Disney
Rodar una película submarina fue un reto para Rodríguez. "Sobre operar bajo el agua, sobre la fotografía submarina y demás, no sabía absolutamente nada", reconoce. "Ha sido una mezcla de aventura y de ir probando cosas". Han tenido ayuda, la del operador sueco Eric Börjesson, director de fotografía especializado en imágenes submarinas. Rodríguez y su equipo han rodado en mar abierto, pero cuando las escenas implicaban a los actores protagonistas, se ha optado por tanques.
Si Los Tigres ha sido un desafío para el equipo detrás de las cámaras, también para Antonio de la Torre (Málaga, 1968) y Bárbara Lennie (Madrid, 1984), los Antonio y Estrella de la película. Cada uno de ellos vivían realidades muy diferentes cuando se preparaban para el papel. "Yo estaba en mi casa con una hija de un año pensando: 'A ver cómo hago yo ahora todo esto", recuerda Lennie, que se aproximó a ese universo con una mezcla de "fascinación", "interés" y “vértigo”. "Es un universo que desconocía y que me parecía increíble”.
Hay una prueba que te cierran la bombona y te dejan sin aire para que tú te abras el autónomo. Vas con el autónomo en el caso de que falle algo y puedas sobrevivir
De la Torre, sin embargo, estaba más interesado en la conexión entre los hermanos protagonistas. "Yo pensé más en la relación que tenían los hermanos", destaca. "En lo otro realmente no pensé hasta que me cogió aquí mi hermana y me dijo: 'Bueno, tú te das cuenta que ahora vamos a empezar con la mandanga".
La "mandanga" era entrenar buceo para adaptarse a sus papeles. "Hay una prueba que te cierran la bombona y te dejan sin aire para que tú te abras el autónomo. Vas con el autónomo en el caso de que falle algo y puedas sobrevivir", dice el actor. "Mola, ¿eh? Mola que te dejen sin aire. A ver qué pasa", bromea. De la Torre quiso hacer todas las secuencias, pero tuvo que cambiar de idea. "Yo tenía claro que iba a ser un cómplice de la historia", dice Rodríguez. "Luego, como me decía: 'La realidad me ha puesto en mi sitio", recuerda. "Solo el casco pesa 15 kg fuera del agua. Mantenerse de pie con ese casco puesto ya es difícil. Son cosas tan sumamente complejas que ellos no trataron de hacer más allá de lo que les permitimos".
Walt Disney
"En el cine, al final, hay algo muy bonito que es que nosotros estamos allí, al servicio de una historia, y luego hay unas personas que son fundamentales, que son las que te enseñan a contar esa historia porque sí, hay mucho nuestro ahí y hay un trabajo que hacemos cada uno y que tiene todo el valor, pero fue increíble tener cerca al equipo que nos estuvo acompañando, que nos enseñó, que nos aguantó", destaca Lennie.
Después de sumergirse, ¿entienden las locuras de Tom Cruise? La respuesta corta: No. La larga: "Como actor tienes que buscar un equilibrio, tienes que saber algo de tu personaje, tiene que parecer que eres suelto con eso", dice De la Torre. "A mí me visten de piloto y no me convierto en un piloto", añade. "Tiene que haber algo que dé verosimilitud. Tienes que saber algo de buceo para parecer un buzo. Ahora, de ahí a que tú tengas que rodar todo, no creo que sea realmente necesario. Me parece mucho más importante que tú como espectadora lo veas y te lo creas y no te plantees nada".
El primer personaje femenino protagonista de la filmografía de Alberto Rodríguez
Walt Disney
La relación entre Antonio y Estrella es el corazón de Los Tigres. Él es un desastre fuera del agua. Ella ha abandonado sus sueños y ambiciones para cuidar de los hombres de su familia. Primero fue su padre. Ahora es su hermano.
"Nos parecía que era una bisagra en la que podíamos mover muy bien un mecanismo para hablar de otras cosas", dice Rodríguez sobre la decisión de que los protagonistas fueran hermanos. "Hablar de cómo repartimos el tiempo simplemente por el rol que tiene una mujer o un hombre. Simplemente por eso. Eso nos parecía muy interesante y encajaba muy bien en esta historia, en la que ella permanece en las sombras todo el tiempo y él, sin embargo, es como una estrella dentro del mundo del buceo, cuando ella probablemente podría hacer lo mismo si no tuviera un problema".
Convivo con muchas mujeres que nos perdemos en el cuidado de los hombres
El de Lennie es un personaje histórico en la filmografía de Rodríguez: es el primero femenino protagonista. "Eso a mí me hacía especial ilusión, lo reconozco, como que me parecía un privilegio y un regalo", dice la actriz. Lennie también celebra que sirva para hablar de la realidad de las mujeres cuidadoras. "Es verdad que, tanto yo misma como a mi alrededor, convivo con muchas mujeres que nos perdemos en el cuidado de los hombres. Mujeres valiosísimas e increíbles que dejan sus sueños, sus tiempos y su energía en cuidar y acompañar las carreras, la salud, lo que sea de los hombres que las rodean".