JRR Tolkien fue rechazado para el Premio Nobel, en 1961, debido a su pobre capacidad narrativa
Randy Meeks
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Juntaletras acomodado, redactor con gato eterno en las piernas, tuitero irredento, millennial orgulloso a su pesar. Respira cine, cree que no hay película mejor que 'El crepúsculo de los dioses' pero en su colección de Blu-Ray no falta 'Super Mario Bros'. La de los 90.

Ese año lo ganó Ivo Andrić, un escritor que puede no sonaros de nada, pero hizo auténticas obras maestras de la narrativa estudiadas durante años en Yugoslavia. ¿Qué? ¡No todo va a ser defender a la gente conocida!

JRR Tolkien fue el padre, sin pretenderlo, de gran parte de las aventuras que disfrutamos hoy en día. No solo de El Hobbit, El señor de los anillos y el resto de obras derivadas de la Tierra Media: se puede ver su influencia en el juego de rol Dungeons & Dragons (que a su vez ha inspirado miles de trabajos), Las crónicas de Narnia, de su amigo CS Lewis, e incluso en Star Wars. Sin embargo, a pesar de que vendió millones y millones de obras alrededor del mundo, fue estudiado en universidades y se convirtió en una de las piezas fundamentales para entender la literatura del siglo XX, hubo una espinita que nunca pudo quitarse.

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo
El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo
Fecha de estreno 21 de diciembre de 2001 | 2h 58min
Dirigida por Peter Jackson
Con Elijah Wood, Sean Astin, Ian McKellen
Medios
4,6
Usuarios
4,5
Sensacine
4,0
Ver en HBO MAX

El premio No-vel

En 1961, a sus 69 años, Tolkien fue nominado para el premio Nobel gracias a su buen amigo CS Lewis. Y eso que él aborrecía ser una figura de culto y famoso, a pesar de que era imposible no serlo cuando sus libros estaban vendiéndose sin parar. De hecho, llegó a lamentar no haberse retirado antes y disfrutar del dinero que le daban las ventas: trabajó durante años en historias que solo se publicaron tras su muerte con la ayuda de Christopher Tolkien, su hijo.

Con este panorama, Tolkien podría haber ganado el Nobel sin problemas: la institución se apuntaría el tanto de un nombre conocido y le daría el reconocimiento que merecía. Sin embargo, pasó algo inesperado: los académicos creyeron que "de ninguna manera tenía una narrativa de la mayor calidad", y le descalificaron. Hay quien cree que no leyeron su trabajo y solo le valoraron su poesía, y quien piensa que, simplemente, no estaba al nivel.

Donato Giancola

El ganador aquel año fue el autor yugoslavo Ivo Andrić, pero el hecho de no ser tan conocido en nuestro país no hace que sea peor: Andrić era el escritor más prestigioso de su país con obras magnificentes como Un puente sobre el Drina, calificado por muchos como una de las novelas más increíbles que jamás se han escrito. Le faltan anillos mágicos, pero bueno, no se puede tener todo.

FBwhatsapp facebook Tweet
Links relacionados