El director de cine John Ford y su amigo y principal colaborador John Wayne, el actor con más papeles protagonistas de la historia, a menudo son relacionados con el género wéstern, pero ambos hicieron muchas otras películas fuera del cine del Oeste. De hecho, algunas de sus películas más memorables juntos no lo son, como el drama El hombre tranquilo o las películas bélicas No eran imprescindibles u Hombres intrépidos.
También Escrito bajo el sol, una película muy especial para John Ford que se emite hoy, lunes 22 de diciembre, en abierto en el espacio Días de cine clásico de La 2 a las 22:05 horas.
En Escrito bajo el sol, estrenada en 1957, John Wayne accedió a interpretar a uno de los pocos personajes reales que ha encarnado en su carrera como actor para ayudar a su gran amigo y mentor John Ford a rendir homenaje a una persona muy querida: Frank Wead, un aviador de la Armada de los Estados Unidos que, tras retirarse de su trabajo como militar por una lesión medular, se convirtió en guionista y escribió numerosos libretos para Hollywood así como libros y artículos, aunque luego regresó al servicio durante la Segunda Guerra Mundial hasta su retirada definitiva en 1945.
Dos años después, en 1947, Wead falleció durante una cirugía a la edad de 52 años.
Cuando se cumplieron 10 años de su muerte, John Ford quiso rendir homenaje a su amigo, autor del guion de No eran imprescindibles, con una película biográfica que contase su historia: un piloto de la aviación americana que vive por y para su carrera cuando sufre un accidente que le deja paralizado en una silla de ruedas. Cuidado por un antiguo compañero, comienza una nueva vida como instructor.
En Escrito bajo el sol, John Ford también aparece representado en la película en el personaje del director de cine John Dodge, que fue interpretado por Ward Bond. No es una de las mejores de su carrera ni más conocidas, pero sí tiene un valor especial.