"Es Miguel, no lo habéis edulcorado": El retrato más real de Leiva ante el problema de salud que amenaza su carrera
Sara Heredia
Sara Heredia
-Redactora jefe SensaCine
Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

Llega a Movistar Plus+ 'Hasta que me quede sin voz', un documental que es resultado de dos años de trabajo y casi 600 horas de grabación

Leiva ha tocado ante más de 250.000 personas en el Tour Gigante que ha tenido lugar este año. Sobre el escenario, es ídolo de masas, pero en los instantes antes de salir a escena solo es José Miguel Conejo Torres, un chico de Alameda de Osuna que ya con 12 años aprendió lo que era tener suerte. Su primo le disparó accidentalmente en la cara y, como le dijo un celador en su bajada al quirófano, pudo dar gracias de perder el único órgano sin el que podría seguir teniendo una vida normal: el ojo. 33 años después sigue siendo un chico afortunado que, a pesar de sus problemas y dilemas, vive de lo que más le gusta.

Leiva, tan celoso de su vida privada, pocas veces ha aireado sus problemas de salud, pero lleva años con una grave afección en su cuerda vocal izquierda. Antes de cada gira, debe pasar por quirófano para ponerse a punto. Si no, podría quedarse sin voz. Los cineastas Mario Forniés, Lucas Nolla y Sepia conocen desde hace tiempo al músico y sabían que había una historia que merecía la pena ser contada, pero estaban esperando a que el madrileño estuviera dispuesto. Un día de 2023 accedió a grabar el documental y hoy, 23 de diciembre, se estrena en Movistar Plus+ Hasta que me quede sin voz.

Han sido dos años de trabajo diario y casi 600 horas de horas grabadas para que esta película vea la luz. Sin entrevistas a cámara ni "amarillismos", la película apuesta por una narrativa puramente cinematográfica y la idea de mostrar a Leiva tal y como es, sin máscaras ni enaltecimientos.

Hasta que me quede sin voz
Hasta que me quede sin voz
Fecha de estreno 17 de octubre de 2025 | 1h 30min
Dirigida por Mario Forniés, Lucas Nolla, Sepia
Con Leiva
Medios
4,0
Usuarios
3,1
Sensacine
3,0

El rodaje comenzó en 2023, ¿cómo se ha ido transformando la película desde entonces?

La verdad es que ha estado muy viva. Lucas, el codirector, es montador y eso nos permitió trabajar el proyecto a fondo desde la edición. Empezamos a rodar en septiembre de 2023 y para enero de 2024 ya estábamos editando en paralelo al rodaje; eso mantuvo el proyecto siempre activo. Teníamos claro el estilo visual y el ritmo que buscábamos: como le conocemos bien, queríamos una película rápida, frenética, que saltase de un lugar a otro con mucho dinamismo.

¿Cómo fue el inicio de este proyecto? ¿Quién fue a buscar a quién?

Nosotros estamos cerca por amistad y también por motivos profesionales, porque llevamos mucho tiempo trabajando juntos en clips, haciendo los visuales de las giras... Se lo habíamos propuesto en algunas ocasiones, pero él es muy reticente a mostrar su vida privada. No usa las redes, nada más que para uso estrictamente profesional. A nosotros nos interesaba mucho el territorio que hay entre una gira y la otra, que era donde siempre nos habíamos imaginado la película, porque pensábamos que ahí es donde iban a pasar las cosas que nosotros queríamos, nos íbamos a encontrar a la persona, más allá del músico. Y acabando la anterior gira, un día en casa de repente accedió. Volvimos a sacar el tema y accedió.

Leiva es reticente a mostrar su vida personal, pero en este documental se muestra muy natural. No tiene temas tabú al hablar frente a la cámara

Creo que quizá él había sido reticente porque sabía que si alguna vez lo hacía iba a ir a tope con todo. Y así ha sido, no nos ha puesto ninguna línea roja, es más, nos ha empujado a ser libres, a contar todo lo que queríamos contar sin miedo. Hay una palabra que resume su relación con el proyecto que es la generosidad. Nos lo ha puesto fácil porque nos ha dejado rodar mucho y siempre que hemos querido, ¿sabes?

Hay una palabra que resume su relación con el proyecto que es la generosidad. Nos lo ha puesto fácil porque nos ha dejado rodar mucho y siempre que hemos querido, ¿sabes?
Movistar Plus+

Habla de varios problemas de salud que marcan su gira y su vida, ¿eso también surgió en el momento?

Nosotros nos hemos ido adaptando a lo que estaba pasando. Evidentemente sabíamos que él venía arrastrando su problema en las cuerdas vocales, pero no sabíamos que se iba a grabar. Luego, tomando decisiones de montaje e intentando que el documental tuviese un estilo narrativo cinematográfico, que no hubiese entrevistas, que no hubiese terceras personas, nos agarramos al tema de la voz porque es el tema que consideramos más relevante. El resto son cosas que han ido surgiendo, nosotros estábamos cerca suyo, íbamos conociendo su vida, íbamos diciendo cuándo nos interesaba grabar, pero todo ha sido real. Él también ha cedido porque sabe que entre nosotros hay mucha cercanía y que íbamos a estar cerca suyo desde un enfoque familiar, que no íbamos a buscar amarillismos.

Participan otros músicos en el documental, como Joaquín Sabina o Rubén Pozo, ¿cómo fue el proceso para que participaran?

Cuando alguien accede a contar su vida, esto influye a terceras personas, ¿no? Entonces, él nos ha ayudado mucho con eso, a avisar a Joaquín, a avisar a Rubén de que íbamos a grabar y de que estuviesen de acuerdo con ello. Al final son gente muy importante en su vida y tuvimos la suerte de que en el fin de gira hubiese un reencuentro con Rubén. Con Joaquín lo que hemos intentado ha sido contar su relación desde lo que hacen todo el rato, que es componer y trabajar juntos. Al final era ir a los espacios en los que iban a ocurrir las cosas, prepararnos y hacer que las cosas pasasen tal y como pasaría en la realidad sin cámaras.

Con Joaquín Sabina lo que hemos intentado ha sido contar su relación desde lo que hacen todo el rato, que es componer y trabajar juntos

Imagino que debéis tener muchas horas filmadas, ¿cómo seleccionasteis qué era lo que os quedabais?

Creo que ha habido 590 horas en material, o sea, imagínate. Por eso hemos estado tanto tiempo. Dos años trabajando cada día. Era cuestión de ordenar, de hacer premontajes, de probar, ver cómo respiraban las cosas y al final de seleccionar por dónde queríamos que fuese la película. A Miguel le pasan muchas cosas y hemos renunciado a muchas cosas porque teníamos riesgo de que el espectador se perdiese. Teníamos que buscar un hilo conductor, que en este caso era el tema de la voz y sus problemas médicos y que lo demás fuesen como subtramas.

¿Y hay alguna escena que veas como el corazón de la película? Donde pensarais: 'esto es lo que estamos contando'

A mí me gusta mucho cuando él baja al quirófano y recuerda la historia de cuando bajó al quirófano con lo del ojo y aquel celador le dijo que era un chaval afortunado. Se establece ese paralelismo. Al final lo que queda de la película son esos problemas, pero él no es ningún desgraciado, es un afortunado que lidia con sus problemas como lidiamos todos.

¿Qué os ha dicho Leiva al ver el documental terminado?

Él nos dijo que no tuviésemos miedo porque con el primer montaje quizá fuimos un poco comedidos y él nos empujó a que contásemos la historia tal y como la queríamos contar, que no tuviésemos miedo de lo que fuese a decir la gente o de no mostrar cosas suyas demasiado personales. Luego sí sentimos que él se ve reflejado. No solo por él, sino porque gente muy cercana, como su hermano Juancho, sus padres... han visto la peli y han dicho: 'joder, es Miguel. No lo habéis edulcorado, no lo habéis engrandecido, es él tal y como es'. Eso para nosotros tiene mucho valor.

FBwhatsapp facebook Tweet
Links relacionados