Hija de actores, gran dama de la escena española de la posguerra y secundaria de lujo en trabajos de Álex de la Iglesia, José Luis Garci y Borja Cobeaga. Maria Asquerino, una de las intérpretes más carismáticas del plantel patrio de actrices, falleció anoche en Madrid por una enfermedad pulmonar, cuando era trasladada por los servicios de emergencias a la Fundación Jiménez Díaz de la ciudad.
María Serrano Muro ( su nombre verdadero), era hija de los también actores Mariano Asquerino y Eloísa Muro. Debutó siendo niña en el Teatro de la Comedia y ya en 1941 en el cine con la película Porque te vi llorar, de Juan de Orduña. Desde entonces, tuvo claro que quería continuar la vocación familiar por la escena y se convirtió ya de jovencita en una de las mejores intérpretes de teatro: obras como Eloísa está debajo de un almendro (1940), La ciudad alegre y confiada (1951), Un marido de ida y vuelta (1952), Una muchachita de Valladolid (1957), Esta noche es la víspera (1958), El rey ha muerto (1960), La cornada (1960), Tengo un millón (1960), La bella malmaridada (1962), El zapato de raso (1965), Espejo para dos mujeres (1965), Sola en la oscuridad (1967), El sueño de la razón (1970), Anillos para una dama (1973), Motín de brujas (1980), entre muchas otras, dan testimonio de su impresionante labor y talento.
En cine, tuvo un gran reconomiento con su interpretación de Pili en Surcos (José Antonio Nieves Conde, 1951). Posteriormente, trabajó con Luis Buñuel en Ese oscuro objeto del deseo (Cet obscur objet du désir) (1977); con Fernando Fernán Gómez en Mambrú se fue a la guerra (1986), El mar y el tiempo (1989) y Fuera de juego (1991); con Agustín Díaz Yanes en Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995); con Álex de la Iglesia en La comunidad (2000); y con Jose Luis Garci en Tiovivo c. 1950 (2004). Su última película fue Pagafantas, el debut de Borja Cobeaga en el largometraje. Coincidiendo con el estreno de esa cinta, anunció su retirada de la profesión.
Fue galardonada con el Goya a la mejor actriz de reparto en 1989 por su papel en El mar y el tiempo, y tres años más tarde, en 1992, se le otorgó la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Paula Arantzazu Ruiz
