Después de saber que el nominado al Oscar Jonah Hill sólo cobró 60.000 dólares, de los 100 millones del presupuesto, por El lobo de Wall Street, salió a la luz que Barkhad Abdi, otro de los candidatos a Mejor Actor de Reparto de la pasada edición de los Premios de la Academia de Hollywood, se embolsó la misma cifra por su papel en Capitán Phillips -el presupuesto total ascendía a 50 millones. Pero no son los únicos que han ganado una miseria en la meca del cine, a lo largo de la historia. Según Digital Spy, Jon Voight admitió que cuando le dieron su primer gran papel le dijo a su agente que estaría dispuesto a hacerlo gratis, así que los productores se lo tomaron, casi, al pie de la letra y le pagaron el salario mínimo.
Por su parte, Brad Pitt, cuando aún no era una estrella del celuloide, sólo cobró 6.000 dólares por su interpretación en la película de Ridely Scott, Thelma & Louise. Unos 9.000 dólares se embolsó Bill Murray en Academia Rushmore, pero tuvo que poner de su bolsillo 25.000 dólares para el alquiler de un helicóptero necesario para una escena -que posteriormente no se incluyó en el filme-, y a día de hoy nadie se los ha abonado.
En otro rango de cifras se mueve George Clooney, que decidió bajarse el salario y sólo recibió 120.000 dólares por el drama Buenas noches, y buena suerte, de la que fue director, guionista y protagonista. Otro que redujo su caché fue Jim Carrey en Di que sí, con la que gracias a la promoción de la película al final se embolsó 35 millones de dólares, de los más de 200 millones recaudados.
Pese a que Chris Evans ganó la friolera de 2 millones de dólares por su papel de Capitán América en Los vengadores, la cifra es casi ridícula si se compara con los 50 millones de dólares que recibió por la misma película, Robert Downey Jr.. Por último, Ethan Hawke ha asegurado que por su papel en The Purge. La noche de las bestias, prácticamente no se le pagó nada por adelantado, aunque el actor aceptó llevarse un porcentaje de los beneficios.
Lorena Vialás
