Si eres seguidor de Harry Potter, sabrás que J.K. Rowling era una desempleada cuando creó al mago más famoso de los últimos años. La escritora acudía al pub The Elephant House, en el centro de Edimburgo tal y como cuenta el blog Sobreescocia, para escribir después de dar un paseo con su bebé. En ese café tan cotidiano y alejado del mundo de Hogwarts nació Harry Potter. El local, que muestra una placa conmemorativa, se ha convertido en lugar de visita obligado para los fans de la saga y numerosos escritores acuden allí para intentar seguir los mismos pasos que Rowling.
Sin embargo, Rowling escogió un lugar muy diferente para finalizar la saga. La famosa autora escribió un mensaje en un busto de mármol de una de las habitaciones del hotel Balmoral de Edimburgo, uno de los más caros y lujosos de Escocia: "JK Rowling terminó de escribir Harry Potter y las reliquias de la muerte en esta habitación (552) el 11 de enero de 2007". Para poder pasar una noche en el hotel y ver el busto tendrás que pagar 1.000 libras (1.300 euros), ¡vaya diferencia!
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