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    Entrevista a Sergio Oksman ('O Futebol'): "La muerte es algo rutinario"

    El director de 'Goodbye, America' y 'Una historia para los Modlin' (Goya a Mejor Cortometraje Documental en 2012) estrena su nueva película el 11 de diciembre.

    Un padre, que no es otro que el padre del director Sergio Oksman, y un hijo, que es el mismo Oksman, se reúnen en Brasil con motivo de la celebración del Mundial de Fútbol de 2014, comprometiéndose a ver juntos la totalidad de los partidos mientras una cámara lo graba todo. Un día el padre, Simâo, se siente mal. El hijo lo acompaña al hospital y, poco después, su padre muere. Y la cámara sigue grabando.

    En O Futebol  ('El fútbol') es extremadamente difícil distinguir la realidad de la ficción. Aprovechando su paso por la V Edición del Festival Márgenes, Sensacine ha tenido el placer de charlar con Sergio Oksman, hasta ahora realizador de documentales, en busca de respuestas.

    ¿Cómo surgió la idea de la película?

    En el año 2013 busqué a mi padre después de más de veinte años sin verle. Hablamos mucho de fútbol, que era nuestro léxico familiar común, y hablamos también del pasado. Fue el ajuste de cuentas pendiente. Entonces volví a España, y cada quince días le llamaba y hablaba con él; se había restablecido algo. Tres semanas antes del Mundial de Brasil, Carlos Muguiro y yo decidimos hacer una película sobre un padre y un hijo que se encierran a ver fútbol, una película rutinaria, casi tediosa: dos personas intentando emular algo del pasado, recuperar algo que, quizá, nunca ha habido. Pero no queríamos una película terapéutica, ni autobiográfica, ni queríamos tampoco "psicologizar" nada, sólo una película de dos personas viendo fútbol. Hubo dos fases en el proceso, por tanto: el reencuentro familiar, y la idea de O Futebol.

    Has trabajado con el guionista Carlos Muguiro en la mayoría de tus obras, desde Goodbye, America hasta hoy. ¿Qué papel adoptó en un proyecto tan personal para ti como O Futebol? ¿Cómo fue el proceso?

    Carlos es el coautor. La montó conmigo, la escribió conmigo, la pensó conmigo… pero es más que eso. Carlos estaba ahí para que no acabara siendo una propuesta tan personal, y él debía encontrar su espacio en la película: en mi supuesta autobiografía, ¿cuál podía ser su espacio? Y lo encontró en todo el proceso de pensar cómo rodarla, cómo construirla y montarla… porque O Futebol es una película muy construida, y tuvimos que tomar decisiones formales que de algún modo propiciaran la realidad, que hicieran surgir lo real. La película tiene una labor muy importante de escritura y montaje, y formalmente está planteada como una ficción, un melodrama incluso. Aunque contenga elementos reales, no deja de ser una construcción.

    ¿Cuál crees que ha de ser la posición del espectador ante esta construcción?

    No puedes hacer una película sin preguntarte cuál es el espacio del espectador, dónde se encuentra, y en O Futebol está en el coche, en el asiento trasero, junto a la muerte. El espectador siempre está ahí, y si le toca pasar por un momento tedioso del viaje se tiene que aguantar. No queríamos hacer una película espectacular porque la muerte no es espectacular, la muerte es algo rutinario. Y O Futebol es como algo que se va vaciando poco a poco; entra el padre en el hospital y ya no hay palabras, ya está todo dicho, el reloj se detuvo… y todo lo que queda no son más que huecos en quinielas y crucigramas, letras, palabras y frases incompletas, entre cuyos espacios el espectador puede construir la película que quiera, el padre que quiera.

    Teniendo en cuenta lo que ocurrió durante el rodaje, ¿hubo algún momento en el que te plantearas no hacer finalmente O Futebol?

    Sí, pero eso es algo que me suele ocurrir, abandono varias veces todos mis rodajes. Siempre voy aprendiendo sobre la marcha qué película estoy haciendo, y naturalmente hay momentos en que creo que no merece la pena seguir. El caso de O Futebol, evidentemente, es más complejo porque me tengo que preguntar qué debo hacer como hijo además de como director, estoy en el hospital y he de tomar decisiones… ¿debo seguir rodando? Este tipo de películas consiste, sobre todo, en hacerte preguntas.

    Elías Querejeta fue uno de los productores más importantes de la historia del cine español, y ha trabajado contigo en muchas de tus obras. ¿Cómo valoras vuestra colaboración?

    Elías estuvo conmigo desde el 99 hasta el 2008, y han sido unos años no sólo de trabajo, sino también de amistad… y sí, también veíamos y hablábamos mucho de fútbol. Los últimos años de Elías sobre todo los dedicamos a eso, a ver partidos los fines de semana en su casa. Él hablaba siempre de ese gol que le metió al Madrid de Di Stéfano cuando jugaba en la Real Sociedad… No consideraría a Elías una figura paterna, pero sí es cierto que él me abrió todas las puertas en España, y el fútbol fue, siempre, un factor afectivo. Nuestro vínculo.

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