La reina Cristina de Suecia es uno de los personajes más atractivos e interesantes que ha dado la historia de Europa. No sólo por ser una de las primeras monarcas en mostrar sin reparos su homosexualidad -con el consiguiente escándalo en la Corte-, sino también por cómo gobernó su país durante la Guerra de los Treinta Años, y por la polémica decisión que tomó al final de su reinado.
La vida de este personaje ha recibido la atención del cine en varias ocasiones antes, siendo Greta Garbo y Liv Ullmann las actrices encargadas de interpretarla, y ahora le ha llegado el turno a la sueca Malin Buska. Ella encabeza el reparto de Reina Cristina (13 de mayo en cines), dirigida por el veterano cineasta finés Mika Kaurismäki. SensaCine ha podido hablar con ambos sobre el filme.
Reina Cristina supone un gran cambio de registro en su filmografía como director…
Mika Kaurismäki: Me gusta cambiar constantemente de género. He hecho comedias, dramas… así que alguna vez me tendría que dar por probar con el drama de época. No es mi género favorito pero, por otro lado, nunca pensé en Reina Cristina como una película de época, sino como una película moderna. Ambientada en el siglo XVII, sí, pero, mientras la pensaba y la rodaba, siempre veía a la protagonista como alguien totalmente moderno.
El personaje ya ha sido llevado al cine anteriormente, una de ellas interpretado nada menos que por la legendaria Greta Garbo. ¿Supusieron estas películas algún tipo de inspiración?
Malin Buska: No hay duda de que Greta Garbo fue una de las actrices más grandes de todos los tiempos, y que el trabajo que hizo con este personaje fue descomunal… pero yo no quería en absoluto basar mi interpretación en la suya. Quería encontrar a Cristina en mi propio corazón. Ya había visto la película varias veces de niña, pero quería volver a conocerla. Redescubrirla.
M.K.: También había visto la versión de Greta Garbo varias ocasiones antes, pero no quise verla otra vez. No queríamos hacer un ‘remake’. Además, sabíamos que esa película no fue la que Greta Garbo quiso hacer en realidad, sino una adaptación muy limitada, al estilo de Hollywood. Nosotros, al igual que ella, queríamos algo muy distinto.
Mika. La película contó con un presupuesto bastante considerable, en materia de escenarios, extras, vestuario… ¿Cómo lidiaste con esta situación, poco frecuente en tu trayectoria?
M.K.: He hecho otras películas con un tamaño de producción más o menos similar, pero nunca me había enfrentado a un reto como el del vestuario, y al hecho de contar con sólo 37 días para rodarlo todo. Cada mínimo cambio de vestuario y maquillaje suponía media hora de espera, así que nos tirábamos la mayor parte del tiempo esperando. Y ésa sí fue una experiencia distinta, que no había tenido antes, y que, a menos que tuviera el doble de 37 días, no sé si me gustaría volver a experimentar.
M.B.: Quizá podríamos rehacer el filme, y esta vez prescindir de todo el vestuario. Una nueva versión: Reina Cristina al desnudo. Sin escenarios siquiera. A lo Dogville.
M.K.: (Risas) Sí, así sería mucho más fácil.
¿Cómo te preparaste para el papel, Malin?
M.B.: Antes ya conocía bastante bien al personaje, pero aun así leí todo lo que pude sobre ella, y más. De este modo, empecé a comprender la época, así como lo polémica y controvertida que llegó a ser realmente esa mujer. La conversión que hizo al catolicismo, por ejemplo. Hoy sería como si la hija de George Bush se uniera a Al Qaeda: algo realmente asombroso y revolucionario. Una vez que asimilé todo esto, intenté que el personaje se hiciera parte de mí, y decidí quedarme aislada en casa durante medio año con mi caballo como única compañía, y sin Internet ni ninguna otra distracción. Quería sumergirme totalmente en el personaje… aunque es verdad que ella y yo teníamos intereses similares.
M.K.: Sí. De hecho, al conocerla, me pareció que Malin y su personaje eran muy parecidas...
M.B.: Y además está el hecho de que mi segundo nombre es Cristina, y se debe precisamente a la Reina, cuya figura mi abuela admiraba enormemente. Empiezo a pensar que todo esto tiene un poco que ver con el destino (Risas).
¿Qué podemos aprender de un personaje como Cristina?
M.B.: Sobre todo, que hay que sentir curiosidad por las cosas.
M.K.: Y que tienes que seguir los dictados de tu alma y tu corazón. Haz preguntas, y no hagas siempre lo que te digan que tienes que hacer.
M.B.: La persona que sigue su propio camino no necesita ningún mapa.
Después de Reina Cristina, ¿cuáles son vuestros próximos proyectos?
M.B.: Precisamente ayer por la noche llegué de rodar en el Polo Norte, donde estoy trabajando en una película llamada Law of the Land. No puedo decir mucho sobre ella, pero se trata de una especie de 'western' moderno cuyo director es alguien realmente prometedor: 'El Tarantino finés', le han llamado.
M.K.: De momento, estoy tratando de recuperarme de esta experiencia, pero sí que me encuentro escribiendo y desarrollando una serie de cosas: dos películas en Finlandia, y otro proyecto en Brasil. También tengo preparado, sólo por diversión, un nuevo documental para este año.
