Edward Cullen en Crepúsculo
Sí, teníamos que llegar tarde o temprano a esta saga, y mejor temprano. El vampiro lánguido y sosainas al que da vida Robert Pattinson fue toda una sensación adolescente en su momento, y a poca gente se le ocurrió denunciar su comportamiento, y lo peligroso que era que los jóvenes lo tomaran como ejemplo.
Aurum
Siempre con el pretexto de que él ama a Bella (Kristen Stewart), nuestro amigo vampiro se deja llevar por su afán de control y se obsesiona con estar siempre ahí para salvarla de cualquier cosa. Esto conduce automáticamente en que Bella tenga que lidiar con alguien posesivo, como demuestran sus reiterados celos, y, sobre todo, extremadamente 'creepy', como atestigua esa escena en la que Edward se empeña en observar a su amada mientras duerme. Aaagh.
Christian en Moulin Rouge
Tampoco se salva un musical tan exitoso y recordado como éste que montó Baz Luhrmann, todo un derroche técnico e interpretativo que sin embargo presentaba algunos problemas en su armazón dramático. Así es cómo llegamos a su soñador protagonista, interpretado por Ewan McGregor, que llega a París deseoso de descubrir el amor y escribir sobre ello. Conocer a Satine (Nicole Kidman), en ese contexto, es justo lo que necesita, y el hecho de que trabaje de prostituta sólo un mal menor.
20th Century Fox
En apariencia. Satine le dice desde el principio a Christian que su amor es imposible dada su profesión; es imposible que le sea fiel. Christian responde que no hay problema, pero no tarda nada en ser poseído por los celos y en echarle en cara a Satine lo que ésta le dijo desde el principio que iba a pasar. Algo que, sí, conduce a un número musical tan memorable como el Tango de Roxanne, pero cuando poco después Christian entra en crisis y se obstina en darle dinero a su amada para "pagar a su puta" es bastante imposible sentir algo de empatía por él.