El próximo viernes 24 de noviembre se estrena en la gran pantalla la nueva adaptación de una novela de Agatha Christie, Asesinato en el Orient Express. Esta famosa novela sobre un crimen cometido en las estrecheces de un tren que hace la ruta Estambul - Calais, y que es investigado por el "mejor detective del mundo", Hercule Poirot, es un clásico que saltó a la gran pantalla en 1974, y ahora vive un segundo renacimiento con Kenneth Brannagh.
Para celebrar este esperado estreno, 20th Century Fox ha decidido presentar una exposición en el Museo del Ferrocarril de Madrid con trajes y objetos de la película. En este emblemático lugar situado en la antigua estación de Delicias, los asistentes también podrán conocer más sobre los trenes y su historia, así como ver un vagón muy similar al Orient Express. ¡Permanecerá abierta hasta el 3 de diciembre!
El director del Museo, Carlos Abellán, ha ejercido de maestro de ceremonias para la prensa explicando algunos secretos de los ferrocarriles españoles e internacionales, y cómo poseen características que les hacen muy especiales e importantes para una narración como esta. Desde la forma de los vagones dormitorio, hasta el vagón restaurante o la propia locomotora.
Asímismo, hemos podido caminar por dentro de un vagón muy similar al Orient Express, en concreto en el 'Prestige' de Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL), para meternos en la piel de todos los sospechosos, los 13 sujetos a los que Hercule Poirot tiene que estudiar y analizar para encontrar al verdadero culpable del asesinato.
Trajes y vestidos de etiqueta
Esta exposición está plagada de guiños constantes a la película, que te explican cuál era la forma de vestir adecuada en la época recordando que, de cara a cualquier acto hay que saludar educadamente, mantener el decoro, ser puntuales y relacionarte con todo el mundo. En ella se explican varios puntos interesantes de la producción como la creación del vestuario: "Su sello particular es la atención al detalle, así como investigación, investigación e investigación, de manera que, una vez que Alexandra [Byrne] no mantiene una conversación contigo a menos que pueda contar con una sala repleta de referencias y posibilidades de vestuario".
Así explica Kenneth Brannagh cómo ha sido trabajar junto a Byrne, que en su haber cuenta con otros proyectos como Los vengadores, Descubriendo Nunca Jamás, Guardianes de la Galaxia o Elizabeth: La edad de oro. Y es que Byrne se empleó a fondo visionando la primera película, y leyendo la novela de Agatha Christie, además de analizar e investigar la época en cuestión. "Recopilé montones de imágenes y después las condensé en los muros de inspiración, y al hacer eso, estás revisando tus ideas".
Byrne tiene claro que el vestuario en sí mismo es como una novela de misterio: "En este caso muy pocos personajes van vestidos cómo son realmente. Necesitábamos entender los antecedentes de cada personaje, saber cómo habría tomado la decisión de vestir de la forma que lo hacen, como otra persona, y con qué recursos habrían contado para componer su imagen". Todos los personajes ocultan algo, hay un asesino entre ellos pero todos son sospechosos a ojos de los espectadores y a ojos de Hercule Poirot.
El vagón restaurante y lo que allí sucede
Los lectores de la novela son conscientes de que la mayor parte de la acción de la misma transcurre en el vagón comedor. En este estrecho espacio en el que todos los personajes confluyen y se conocen, y es en este lugar en el que Poirot decide realizar las entrevistas individuales a cada uno de ellos. Conversaciones que le permitirán descifrar este complicado enigma.
La cinta aborda esta investigación de forma distinta. El vagón restaurante queda desplazado del lugar central de la trama a uno secundario, y es que el formato cinematográfico pide un mayor dinamismo e interacción entre los protagonistas. Aún así, este es uno de los puntos centrales de la historia y es que un buen detective necesita una buena alimenación, y alguien tan perfeccionista como Poirot necesita la combinación perfecta. Para desayunar dos huevos hervidos del mismo tamaño, una tarta de postre siempre ayuda, especialmente si es de chocolate, eso sí, todo debe estar acompañado con un café exquisito.
En esta exposición cuentan con parte de la vajilla original de la época perteneciente a la Compagnie Internationale des Wagons-Lits (CIWL). Y como no podía ser de otra forma, con un huevo tal y como lo habría tomado el propio Poirot tras un análisis sobre la calidad del mismo.
Asesinato en el Orient Express es una de las películas más esperadas de 2017 por su forma de recuperar uno de las historias de detectives más famosas e intrigantes del mundo. Brannagh se mete en la piel del director y del protagonista de la cinta, un investigador que lejos de conseguir las ansiadas vacaciones termina encargándose de un asesinato. Con el tiempo en su contra y un tren lleno de desconocidos, Poirot debe hacer justicia a la afirmación de que es el mejor detective del mundo. ¿Lo conseguirá?
