Estrenada en otoño de 2010 como la adaptación de la serie homónima de cómics que estaba arrasando, The Walking Dead no solo se convirtió en un éxito desde el primer día, sino que volvió a poner de moda el género de zombis y alcanzó la condición de fenómeno. Tan solo necesitó una temporada de seis episodios para conseguirlo, pero es que la ficción, desarrollada por el afamado director de La Niebla Frank Darabont, era realmente buena.
Como todos sabemos, The Walking Dead tenía una larga vida por delante: finalmente la serie tendría 11 temporadas y 177 episodios y daría lugar a seis 'spin-off' más, dos de ellos secuelas centradas en el futuro de algunos de los personajes que quedaron con vida que aún siguen en emisión.
A lo largo de todo su recorrido, The Walking Dead, una serie que dejó claro desde el primer día que nadie estaba a salvo en un mundo apocalíptico repleto de muertos vivientes, fue un constante ir y venir de personajes. A medida que la historia de los protagonistas evolucionaba podíamos conocer nuevos supervivientes que se cruzaban en su camino y se convertían en parte del elenco, pero también tuvimos que despedirnos de un buen número de personajes. Tantos que hubiera sido imposible llevar la cuenta.

Algunas de las muertes de la serie generaron un gran impacto, mientras que otras pasaron más desapercibidas, pero sin duda todos nos acordamos de la pérdida de uno de los principales protagonistas en la temporada 2: estamos hablando de Dale, el personaje interpretado por Jeffrey DeMunn, que fue brutalmente devorado por los zombis.
Sin embargo, el personaje de DeMunn no tenía que haber muerto. Al menos no tan pronto.
Lo que ocurrió es que DeMunn, que era un gran amigo de Frank Darabont y que se había unido al proyecto porque el director le había contactado personalmente, es que quedó muy decepcionado con el despido del cineasta en 2011. Según contó en una entrevista con Cleveland en 2018, llegó a sentirse tan mal que no pudo soportarlo y pidió que le matasen:
La muerte de Dale fue mi decisión. Estaba furioso por cómo echaron a Frank [Darabont] de la serie. Pasé una semana sin poder respirar hondo. Y entonces me di cuenta: 'Oh, puedo dejarlo'. Así que los llamé y les dije: 'Es una serie de zombis. Mátenme. No quiero seguir con esto'. Fue un alivio inmenso para mí
La marcha de Jeffrey DeMunn no fue la única consecuencia que trajo el despido de Frank Darabont a la serie, que se vio inmersa en una batalla legal de varias años a raíz de aquello.
Según fue reportado, los problemas se deberían a la falta de entendimiento entre Darabont y la productora de la serie respecto al presupuesto y otras cuestiones que se hicieron irreconciliables y acabaron con su despido. Sin embargo, cuando Darabont les denunció reclamando lo que le correspondía por los beneficios de la serie, comenzó la disputa legal que se prolongó hasta 2021, llegando finalmente a un acuerdo por el que AMC pagó 200 millones de dólares.