A Molly, una mujer de mediana edad, le han diagnosticado cáncer de mama metastásico. Esta noticia cambia su vida y hace que su mundo, que hasta ahora conocía a la perfección, se trastoque por completo. Totalmente libre de ataduras y sin miedo a que la juzguen, por primera vez comienza a explorar sus deseos sexuales. Nunca ha tenido un orgasmo de verdad y es hora de intentarlo.
Esta es la premisa de la nueva serie de FX, Dying for Sex, pero está basada en la historia real de Molly Kochan, una mujer que recibió el diagnóstico terminal y que se volcó en su amiga Nikki Boyer después de dejar a su marido, con el que llevaba 15 años. Se estrena hoy en Dsieny+.
Creada por Kim Rosenstock y Elizabeth Meriwether, y protagonizada por Michelle Williams, la serie se basa en los textos que Molly comenzó a escribir cuando recibió la noticia. La mujer pasó por la misma enfermedad dos veces. La primera vez, en 2011, lo superó con tratamiento y sin que cambiara su vida. La segunda, en 2015, comenzó a escribir anónimamente sobre su experiencia, pero el camino terminó con su propio sitio web y un podcast, Everything Leads to This, que mantuvo junto a su amiga Nikki Boyer (Jenny Slate).
Es una historia de resistencia y sororidad que gira en torno a dos figuras masculinas. La primera, su marido -ahora ex-, Steve. En la serie está interpretado por Jay Duplass, quien tardó un tiempo en darse cuenta de que era el "tipo malo" de la historia, según cuenta en una entrevista con SensaCine. "Me llevó un tiempo leer el guion y darme cuenta de que era el malo. Pero lo hermoso de esto, y está muy bien escrito, es que está completamente motivado por su amor por Molly y su capacidad de apoyar a su esposa de una manera que, de hecho, logró que su enfermedad remitiera en un primer episodio", comenta el actor.
Alrededor de 1 de cada 5 personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida. Es una enfermedad cercana para muchos y Duplass decidió utilizar su experiencia personal para trasladarla a su personaje. "Uno de mis mejores amigos de la infancia, su mejor amigo, se estaba muriendo de cáncer y él estuvo ahí en cada paso del camino, asegurándose de que todo saliera a la perfección. Y la única vez que bajó la guardia -esta es una historia devastadora, siento contárselo a todo el mundo-, la única vez que bajó la guardia, una enfermera cometió un error y su amigo murió". A pesar de ser el "malo" de la historia, su personaje se basa, sencillamente, en su lucha por mantener con vida a alguien a quien amas.
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En el otro lado de la historia está el vecino, hacia quien Molly se inclina cuando comienza su odisea por alcanzar un orgasmo real. Le interpreta Rob Delaney, a quien recordarás por Deadpool 2. "El vecino empieza como una colección de malos sonidos, olores y visiones; ya sabes, una especie de vecino de pesadilla, pero con el tiempo se convierte en algo muy especial bajo la mirada de Molly. Así que es una historia preciosa. Es una transformación preciosa, algo así como... Intento pensar en algo peor que una rana, como una rana muy fea, quizá venenosa, que se convierte en, ya sabes, quizás no en un príncipe, sino en un duque de menor categoría o algo así", dice Delaney en la entrevista.
Los dos no tardan en describir a Michelle Williams, su pareja en la ficción, como "una de nuestras mejores actrices vivas" y aseguran que trabajar con ella fue "un privilegio". Williams estaba "profundamente involucrada emocional, personal, física, espiritualmente... en todos los niveles. Estaba allí para su personaje, para nuestros personajes. Estaba presente", dice Duplass. "En una situación como esta lo que quieres es estar rodeado de seres humanos fenomenales, no solo grandes actores. Y sentí eso. Lo he estado sintiendo en este ciclo de prensa. Ayer estábamos con la prensa nosotros cuatro y lloré como cuatro o cinco veces porque simplemente sentí que todos estábamos en buenas manos unos con otros".
Dying for sex ya está disponible en Disney+.