Durante su etapa como estudiante universitario, una de las grandes pasiones del actor Mark Harmon era el fútbol americano, pero, aunque destacó como jugador, acabó prefiriendo llevar su carrera profesional por otro camino y rápidamente se sintió atraído por el mundo de la interpretación. Sus primeros pasos, como los de tantos actores y actrices, fueron en publicidad, aunque no tardó en obtener sus primeras oportunidades frente a la cámara. Su debut fue en 1973 en la sitcom Ozzie's Girls cuando tenía 22 años y posteriormente llegarían muchos más.
Aunque probablemente su papel más conocido sea el del agente especial Leroy Jethro Gibbs en en el longevo procedimental policíaco NCIS, personaje que interpretó desde el comienzo de la serie en 2003 hasta 2021, ya era una cara conocida de le televisión debido a su participación en series como Dudas razonables, Chicago Hope o El ala Oeste de la Casa Blanca y en películas como Más fuerte que el odio, Ponte en mi lugar, Wyatt Earp o Miedo y asco en Las Vegas.
Una anécdota destacada en la vida de Mark Harmon tuvo lugar siete años antes de ser fichado por el personaje que le cambiaría la vida, cuando arriesgó su propia vida para salvar la de un desconocido.
El suceso tuvo lugar en 1996, cuando fue testigo de un accidente que dos jóvenes tuvieron en su calle. Tras chocar el coche contra un árbol, el automóvil volcó y se incendió y, aunque el conductor consiguió salir del vehículo, su amigo quedó atrapado dentro. En ese momento, Mark Harmon, que había sido testigo de lo sucedido, reaccionó rápidamente. Se acercó al coche, rompió la ventanilla y sacó al joven, un adolescente de 16 años.
El propio chaval, Colin Specht, hablaría sobre ello un tiempo después en una entrevista con CBS News, asegurando que, de no ser por Harmon, "no estaría vivo". "Le debo todo. "No tengo ninguna duda de que no estaría vivo. Tiró de mí, porque todavía estaba boca abajo con el cinturón de seguridad puesto, y me sacó del coche arrastrando".
Harmon llegó a tiempo de salvarle la vida, pero el joven sufrió quemaduras de tercer grado y tuvo que pasar tiempo hospitalizado.
Sin embargo, Harmon nunca ha estado de acuerdo en reconocerse como un héroe. "No me atribuiré el mérito, porque si el coche explota y yo estoy junto a él, entonces estaríamos hablando de dos niños pequeños sin padre", dijo Harmon. "Y estarías haciendo esta entrevista con mi esposa y hablando de lo estúpido que fue".
"Él [Mark Harmon] tenía más que perder", dijo Specht. "Tenía esposa, hijos y una carrera basada en su rostro y su apariencia. Eso es verdadero altruismo".
Ya en su momento, el actor se mantuvo humilde y aseguró que el mérito era de su esposa, Pam Dawber que estuvo allí desde el primer momento y dio la voz de alarma: "Tres segundos más y hubiera estado en llamas. [Mi mujer + Fue la primera persona que fue al lugar y que dio la voz de alarma, la que me dijo 'coge un mazo'. Eligió la herramienta adecuada, un martillo normal no hubiera funcionado. Nunca me había sentido más tranquilo de hacer algo en toda mi vida".