Por mucho que HBO intente ocultarlo, todos nos acordamos de ese proyecto de Juego de tronos que fue cancelado y enterrado. Se llamaba Bloodmoon y fue la primera producción que el estudio quiso desarrollar después de que su serie emblema terminara. El universo de George R.R. Martin es muy vasto y extenso y HBO tenía muy fácil poder estirar el éxito para seguir manteniendo a los fans de Poniente. Pero, por suerte para todos, no quería continuar a cualquier precio. De hecho, decidió dar marcha atrás con sus primeros planes a pesar de haber invertido ya una buena suma de dinero.
Solo rodaron un episodio, el piloto, que les costó entre 30 y 35 millones de dólares. HBO lo vio y decidió que no estaba al nivel de la franquicia, por lo que canceló la serie rotundamente -ni siquiera intentaron unos 'reshoots'- y se pusieron a trabajar en el siguiente proyecto, que sería La casa del dragón. Ni siquiera George R.R. Martin tiene permitido ver ese capítulo.
Bloodmoon se encargó en 2018 y la historia se iba a ambientar casi 5.000 años antes de los acontecimientos de Juego de tronos, durante la legendaria Era de los Héroes y el apocalipsis invernal conocido como La Larga Noche cuando los Caminantes Blancos invadieron Poniente por primera vez. "Trata sobre gente mucho más primitiva. Aún no había dragones. Gran parte del episodio piloto giró en torno al matrimonio de una Casa del Sur con una Casa del Norte, y abordó toda la historia de los Caminantes Blancos", según declaró una fuente a The Hollywood Reporter.
HBO
La 'showrunner' que escogieron para hacerse cargo de la serie fue Jane Goldman, quien tiene una larga trayectoria como guionista de las sagas X-Men, Kick-Ass y Kingsman. HBO se decantó por Bloodmoon como su siguiente proyecto porque, según dijo Francesca Orsi, videpresidenta ejecutiva de drama de HBO, "destacó por su originalidad". "Realmente destacó con una construcción de mundo única. En cuanto al tono, se sentía muy adulto, sofisticado e inteligente, y el tema central era la conversación sobre la privación de derechos frente al colonialismo y el extremismo religioso", continúa.
Aunque partía de una buena premisa, se encontró con varios baches por el camino. Para empezar, Martin solo había escrito ocho líneas sobre la época en la que se basaba la serie. Goldman tenía que desarrollar toda una primera temporada partiendo de un único párrafo. "Fue un proyecto muy difícil", dice Martin y una fuente cercana al estudio asegura:
Tener una serie que es pura invención y que tuvo a George rascándose la cabeza en varios momentos fue preocupante por momentos
Pero, ¿qué fue lo que falló? Robert Greenblatt, ex director ejecutivo de WarnerMedia, aseguró que "no era insoportable ni horrible ni nada por el estilo. Estaba muy bien producida y se veía extraordinaria. Pero no me atrapó como la serie original. Carecía de la profundidad y la riqueza del episodio piloto de la serie original".
La decisión de cancelar la serie fue "una sorpresa total" para el equipo. Nadie sabía como era posible que hubiesen reunido a todo un grupo de profesionales, contaran con Naomi Watts como protagonista, gastaran 30 millones de dólares en el piloto y después de todo decidieran tirarlo a la basura sin darle una segunda oportunidad. Por el momento, ni Watts ni la creadora han hablado sobre la producción -posiblemente por razones contractuales-, aunque Jamie Campbell Bower, otro de los protagonistas, asegura que "todo pasa por algo".