El actor y director Raúl Arévalo ha compartido en una entrevista con la Cadena SER una visión sincero sobre su trayectoria profesional, marcada por momentos de incertidumbre, esfuerzo constante y también por una buena dosis de fortuna.
Aunque hoy es una figura consolidada en el cine español, Arévalo reconoce que el camino no fue siempre claro ni sencillo. El actor recuerda que su debut en la serie de televisión Compañeros le dio una primera impresión equivocada sobre la estabilidad laboral en la actuación:
Primero hice una serie de televisión, Compañeros, que yo me pensaba que eso era jauja y que de repente a partir de ahí iba a trabajar de actor siempre. Me independicé, se me gastó la pasta y tuve que empezar a trabajar de otras cosas
Durante cinco años, combinó empleos fuera del ámbito artístico con su deseo de consolidarse como actor. Fue a los 25 años cuando comenzó a recibir ofertas con mayor regularidad, marcando un punto de inflexión en su carrera.
He tenido mucha suerte. Esto es una profesión de largo recorrido, hay que trabajar mucho, pero además de tener actitud hay que tener mucha aptitud. Hay que tener mucha suerte y yo la he tenido”, reitera el actor. “Muchos golpes de suerte cuando echo la vista atrásJavier Ambrossi: “Yo recuerdo, después de que mi hermana ganara La Concha de Plata, irme de vuelta con mi padre a un albergue a dormir”
Desde su papel en Compañeros, más adelante se consolidó como actor de renombre en películas como AzulOscuroCasiNegro, Los girasoles ciegos o La isla mínima. Su incursión en la dirección también fue destacada en 2016 como director de Tarde para la ira, una película aclamada por la crítica y galardonada con varios premios Goya.