El 19 de febrero de 2008, Ana Páez, una diseñadora de moda de 35 años de edad, apareció muerta en un apartamento turístico de Barcelona. Estaba desnuda y tenía una bolsa de plástico en la cabeza, lo que rápidamente llevó a los investigadores a barajar dos hipótesis: que la mujer había sido víctima de un crimen sexual o que su muerte había sido el fatal desenlace de un juego sádico que acabó de la peor de las maneras. Sin embargo, nada más comenzar la investigación, las autoridades se dieron cuenta de que algo no encajaba y comenzaron a tirar del hilo. Estaban ante el caso que se apodaría por los medios como "el crimen casi perfecto" y su origen no tenía que ver con nada sexual, sino con el nuevo intento de una mujer por mantener un lujoso tren de vida.
Casi como si de una película se tratase, el "Caso Angi" es uno de esos casos criminales en los que la realidad es capaz de superar toda ficción. Cuando la policía comenzó a investigar la muerte de Ana Páez las pistas los llevaron hasta María Ángeles Molina, más conocida como Angi, una amiga de la víctima y empleada de recursos humanos de la empresa en la que trabajaba que había utilizado el acceso a los datos privados de Páez para contratar seguros de vida a su nombre en los que ella era la beneficiaria. Luego la había asesinado, simulando una escena del crimen en la que cuidó hasta el mínimo detalle. Años antes, en 1996, su marido Juan Antonio Álvarez Litben había fallecido en circunstancias muy extrañas.
Uno de los casos criminales españoles más mediáticos por la premeditación y meticulosidad con la que había trabajado Angi para que fuera el crimen perfecto, el pasado mes de mayo estaba previsto que se estrenase en Netflix Angi: Crimen y mentira, una serie documental de dos episodios dirigida por Carlos Agulló que abordaba no solo el caso por el que María Ángeles Molina terminó en prisión, sino las diligencias policiales y judiciales sobre el fallecimiento de Álvarez Litben.
Sin embargo, el estreno no pudo producirse. El mismo día en que Netflix iba a lanzar su documental, el estreno de Angi: Crimen y mentira fue paralizado por orden judicial. La cancelación del estreno se produjo a instancias de la Angi, quien solicitó la paralización a los juzgados de Tarragona argumentando la aparición en ella de imágenes que carecen de su consentimiento y amenazando con una demanda millonaria.
Tres meses después de que la justicia ordenase la paralización, Angi: Crimen y mentira ha aparecido por sorpresa en el catálogo de la plataforma de 'streaming'. Según ha podido saber YoTele, el equipo ha realizado los cambios que habían provocado la paralización el estreno, eliminando algunos minutos de metraje.
La miniserie Angi: Crimen y mentira consta de dos episodios de aproximadamente 40 minutos y aborda, como describe Netflix, como "cuando Angi fue condenada por hacerse pasar por una amiga y asesinarla, los investigadores reexaminaron la muerte de su marido ocurrida años antes". A su llegada a la plataforma, la serie ya está en el Top 2 de Netflix en España.
Entre medias de la primera fecha prevista y la definitiva, el caso volvió a adquirir notoriedad en medios cuando los Mossos d'Esquadra detuvieron a Angi Molina durante un permiso penitenciario, acusada de haber intentado contratar a dos sicarios para llevar a cabo un nuevo asesinato.