Cuando a principios de los años 70 el guionista Dan O'Bannon, recién salido de la escuela de cine, comenzó a desarrollar la ideal que él mismo describiría como "una película de terror en una nave espacial con pocos astronautas", no sabía que lo que tenía entre manos se acabaría convirtiendo en una de las más grandes franquicias de ciencia ficción de la historia. Inspirado en numerosas obras tanto de ciencia ficción como del cine de terror, el guionista terminó de escribir Alien mientras trabajaba en otros proyectos y el guion, que fue descrito a los estudios como "Tiburón en el espacio" acabó en manos de una 20th Century Fox con muchas ganas de tener su propio proyecto del género tras el éxito de La guerra de las galaxias. El entonces inexperto Ridley Scott llegaría poco después y Alien, el octavo pasajero llegó a las salas de cine en 1979.
El resto, es historia.
46 años después, la saga iniciada por la elogiada cinta de terror no solo sigue con vida, sino que en unos días estrena uno de los proyectos más esperados de la franquicia: su primera serie de acción real, Alien: Planeta Tierra, que comenzó a desarrollarse en 2019 y que ahora, seis años después, ya es una realidad.
Desarrollada por Noah Hawley y con el propio Ridley Scott como productor ejecutivo: Alien: Planeta Tierra llega en exclusiva a Disney+ este 13 de agosto con sus dos primeros episodios y posteriormente emitirá un episodio cada miércoles hasta completar los 8 que tendrá la temporada.
Aún con el honor de ser una de las series más esperadas de este 2025 -y podríamos decir que de la presente década-, Alien: Planeta Tierra llega en un escenario de la franquicia de ciencia ficción que inevitablemente genera cierto escepticismo.
Por un lado la película Alien: Romulus de Fede Álvarez estrenada en 2024 fue todo un éxito y se convirtió en la tercera mejor valorada de la saga tras las impecables Alien, el octavo pasajero y Aliens, el regreso; por otro, los planes de hacer una tercera película de la trilogía de precuelas que comenzó con Prometheus en 2012 y que iba a estar dirigida por Ridley Scott quedó cancelado tras años en desarrollo.
Tras ver los dos primeros episodios de Alien: Planeta Tierra, podemos decir que, si lo que Noah Hawley buscaba era crear una nueva historia dentro del universo que se sintiera 100% como algo fresco, pero también como una pieza más de la franquicia, lo ha conseguido. No era fácil: con
Tal y como el guionista aseguró en la presentación de la serie en la pasada Comic-Con, "la única sensación que no se puede recuperar de ver el Alien original es descubrir el ciclo de vida de esta criatura: cómo comienza como un huevo y termina como un xenomorfo de tres metros de altura, y cada paso es peor que el anterior". "La única manera de crear esa sensación era introducir nuevos personajes", adelantaba Hawley, y eso es precisamente lo que plantean los primeros episodios de la serie, cuando una nave de la corporación Weyland-Yutani, una de las cinco que gobiernan la Tierra colisiona en la ciudad Prodigy.
Ambientada en 2120 en la Tierra, donde los cíborgs y los sintéticos coexisten con los humanos, la Prodigy Corporation ha conseguido desarrollar un nuevo avance tecnológico: los híbridos, robots dotados de aspecto e inteligencia humana que suponen el paso definitivo hacia la inmortalidad y son estos híbridos -liderados por Wendy (Sydney Chandler) y su mentor y entrenador humano Kirsh (Timothy Olyphant)- quienes se dirigen a los restos del accidente para ayudar a la evacuación.
Sin embargo, a bordo de la nave viajaban misteriosas formas de vida más aterradoras de lo que nadie podría imaginar. Una de ellas la conocemos muy bien, mientras que el resto será la encargada de hacer que los espectadores puedan vivir la "experiencia Alien" desde cero una vez más, descubriendo de dónde vienen y cómo se desarrollan estas amenazantes formas de vida que amenazan con destruirlo todo.
Con una estética y factura visual muy cuidada que encaja como anillo al dedo en la franquicia, ver a los protagonistas paseando por la nave rememora las primeras veces en la mítica Nostromo, aunque la inolvidable tensión que la película original generaba en los espectadores casi sin enseñar nada brilla por su ausencia en la serie, donde el terror y la violencia de las criaturas se hace patente desde el primer momento.
Alien: Planeta Tierra en la que se nota su amplio presupuesto -dicen que de 250 millones de dólares- y que está cuidada al detalle. Está por ver cómo continúan los episodios restantes hasta el final de temporada, pero como mínimo está hecha con un mimo y pasión por la franquicia que los fans de la saga van a saber apreciar.