Estrella absoluta de Anatomía de Grey desde que la longeva ficción médica debutase por primera vez en 2005, Ellen Pompeo ha pasado las últimas temporadas teniendo un peso menor en las tramas de la serie, de la que sigue siendo productora ejecutiva, pero no tiene ninguna intención de marcharse definitivamente. Este año, de hecho, ha sido la primera vez en que la hemos visto interpretando un papel diferente al de Meredith Grey, con su personaje protagonista en la serie basada en hechos reales, Una buena familia americana, sobre el caso de familia Grace.
Mientras otros de sus coprotagonistas han ido abandonando la serie en distintos momentos para abordar nuevas etapas en sus carreras, Pompeo, de 55 años, ha reconocido en diversas ocasiones que la estabilidad y el buen salario de la serie de Shonda Rhimes es todo lo que necesita y que, a su edad, ha preferido ir a lo seguro. De hecho, en una reciente entrevista con Variety este 2025, a la actriz no le ha temblado el pulso a la hora de admitir que, mientras la serie siga, va a seguir estando en ella por motivos económicos: "Que puedan usar mi voz, mi imagen, mi semblante, 47 mil millones de minutos al año sin pagarme ni un céntimo no me parecería nada bien", reflexionaba sobre las escasas ganancias de los pagos residuales que reciben los actores por las emisiones en 'streaming'.
"Que yo esté en la serie un poco y que al menos pueda ganar dinero con ellos, lucrándose con nosotros, es más fácil de digerir. Por eso sigo, la verdad", reconoció.
Las luchas salariales y la búsqueda de justicia económica por su trabajo no es algo que le sea ajeno a Ellen Pompeo, quien vio clara su oportunidad para conseguir lo que creía que se merecía cuando su coprotagonista, Patrick Dempsey, abandonó la serie en 2015.
El resultado ya sabemos que fue convertirse en la actriz mejor pagada de la televisión, pero la realidad es que Pompeo tuvo mucho que luchar. Asimismo, ya hace algunos años no tuvo problemas a la hora de hablarlo sin pelos en la lengua, en una entrevista con The Hollywood Reporter en la que explicó el proceso.
"A mí tampoco me consideran necesariamente exitosa, pero una actriz de 24 años con varias películas importantes sí lo es, aunque probablemente le paguen una miseria. Desde luego menos que a su coprotagonista masculino y probablemente sin ningún beneficio", reflexionaba sobre la desigualdad salarial independientemente de lo que se considere exitoso a ojos de Hollywood.
"Para mí, la salida de Patrick [Dempsey] de la serie fue un momento decisivo, en cuanto al acuerdo. Siempre podían usarlo [a Dempsey] como palanca en mi contra: 'No te necesitamos; tenemos a Patrick', lo cual hicieron durante años", recordó. Aunque no sabe si a él le hacían lo mismo: "No sé si también le hicieron eso, porque nunca hablamos de nuestros acuerdos. Muchas veces lo contacté para negociar, pero nunca le interesó". Llegado a un punto, Pompeo se lanzó a defender lo que creía justo, aunque no le salió bien:
En un momento dado, pedí 5000 dólares más que él, solo por principios, porque la serie es 'Anatomía de Grey' y yo soy Meredith Grey. No me los dieron. Y podría haberme ido, así que ¿por qué no lo hice? Es mi serie; soy la número uno
"Estoy segura de que sentí lo que sienten muchas otras actrices: ¿Por qué debería renunciar a un gran papel por un hombre? Sientes un conflicto, pero luego piensas: "No voy a dejar que un hombre me eche de mi propia casa", explicó.
Cuando Patrick Dempsey se fue, llegó su gran oportunidad, aunque le sorprendió lo rápido que intentaron meter a un nuevo protagonista masculino: "Entonces, ¿qué se ve cuando deja la serie? Primero, parece un aumento de audiencia, y me reí un poco. Pero la verdad es que ni siquiera se había secado la tinta de su papeleta de salida cuando ficharon a un nuevo actor. Estaba de vacaciones en Sicilia, relajándome y me llamaban y me preguntaban: '¿Qué opinas de este tipo?'. "¿Qué opinas de este otro?'. Y me enviaban fotos. Yo pensaba: ¿Están locos? ¿Por qué creen que tienen que reemplazar a esta persona?. No podía creer lo rápido que el estudio y la cadena sintieron que tenían que meter un pene. Contratamos a Martin Henderson, pero no les gustó la historia, así que se acabó".
Luego rápidamente empezaron a cambiar las cosas y, como explicó la propia Pompeo, comenzó a tener el salario, y también poder como productora ejecutiva, que tanto creía que se merecía.