Adolescencia ha sido todo un éxito mundial en Netflix, pero HBO Max estrena este jueves 24 de septiembre otra serie de la misma índole, pero con temas totalmente diferentes como es el caso de un abuso sexual entre adolescentes, a diferencia de la del asesinato de Adolescencia. Hablamos de Pubertat.
Además, Pubertat fue cocinada desde hace cuatro años, tal como nos ha explicado Leticia Dolera en una entrevista con SensaCine, la misma que ejerce de directora, creadora y parte del reparto principal de la serie que consta de una temporada de 8 episodios.
La historia se ambienta en pleno verano, alrededor de la noche de San Juan con la tradición castellera catalana de fondo. Toda la armonía de una comunidad de castells se quiebra cuando una denuncia de agresión sexual estalla en redes sociales, señalando a tres adolescentes como responsables. ¿Puede ser un niño un agresor sexual o todo es fruto de la confusión propia de la edad?
En la entrevista con Dolera, que puedes leer a continuación al completo, nos explica los entresijos del rodaje de Pubertat, el proceso del casting de los jóvenes protagonistas o la irremediable comparación que tendrá con Adolescencia de Netflix.
Pubertat se estrena después del éxito rotundo de Adolescencia. A pesar de haber sido anunciada antes y que trata temas diferentes, ¿cómo ves que la gente irremediablemente las compare?
Bueno, creo que es interesante y es normal que piensen en Adolescencia cuando piensan en Pubertat, pero como muy bien dices, no se parecen casi nada. Solo se parecen en que en el centro del conflicto hay un adolescente que supuestamente ha cometido un delito. En eso si se parecen, pero creo que Pubertat, sin que sea ni mejor ni peor, aborda ese tema desde desde los grises, desde la complejidad y también, aunque parezca imposible, desde la ternura y en eso creo que se diferencia mucho de Adolescencia.
¿Desde cuándo sabías que querías hacer Pubertat? ¿Cómo surgió la idea?
Pues mira, yo empiezo a pensar en Pubertat en en la sala de montaje de la temporada 1 de Vida Perfecta, no ha llovido ni nada (risas). En una conversación que tengo con mi productor Oriol Maymó, A los dos nos gusta mucho hablar de pues eso, de lo humano, de lo de lo complejo, de las aristas, de que todo no es ni blanco ni negro y a los dos nos llamaba mucho la atención cómo los adultos se enfrentan a situaciones como esta. Que además las estadísticas y los casos reales, porque ha habido mucha documentación, muestran como prácticamente todos los padres y madres se cierran en banda a defender a sus hijos, como es normal por otra parte. Entonces, nace ahí. Yo ya luego me pongo con la temporada 2 de Vida Perfecta y no es hasta hace 4 años que empiezo a ponerme a desarrollar en serio el proyecto. Así que la coincidencia con Adolescencia, pues bueno, ha sido ahora, pero en cierto modo también creo que es un reflejo de que desde la sociedad adulta y el mundo de la cultura vemos que es un problema que tenemos que abordar y las historias y la cultura son una herramienta más para abordar de los temas complejos de lo humano.
Quim Vives
¿Y sabías desde un principio que ibas a interpretar el personaje que interpretas en la serie? La mujer feminista con un niño que es acusado de abuso sexual
No. Hubo un momento, como la serie es tan compleja y hay tantos actores y hay los castells y hay niños, que yo me planteé no interpretar el papel de Julia porque decía: "Ostras, es que es muy estresante, es mucho trabajo”. Pero a la vez me parecía que era una capa interesante también por, en parte, cierta imagen pública construida en parte por mí misma de pronto los medios. Es decir, como que hubo una época de mi vida donde parecía que yo era la feminista y solo la feminista. Y a lo mejor tenía una entrevista y hablábamos de muchas cosas y el titular era el más grueso y el que generara más clickbait e, incluso, más polarización en torno al tema del feminismo. Entonces, claro, le daba una capa más interpretar el papel de Julia y sí, a mí además me apetecía escribir a una mujer que es feminista, pero que no solo es feminista, es mujer, es madre, es hija, es amante, es pareja. Es muchas cosas que parece que cuando una mujer es feminista ya solo es feminista. Como si fuéramos unos robots y se nos arrancara todo lo demás. Y me interesaba confrontarla a su propia ideología y me interesaba además que la mujer feminista de la historia no fuera la que tiene todas las resoluciones. La que viene y lo resuelve todo, porque como es feminista viene y lo sabe todo y lo hace todo bien y todo lo resuelve, sino que es muchas más cosas y también es vulnerable y también no sabe qué hacer.
¿Y cómo fue el proceso creativo de guion? Porque hay diálogos escenas que parecen sacados de comentarios que se escucha por la calle o por internet
Yo suelo estar muy abierta siempre. A mí me interesan mucho la gente hablando de su vida, me interesa mucho la vida, me interesan las personas y lo que les pasa y lo conflictivo y sobre todo las zonas de grises siempre me han interesado. Entonces, yo antes de escribir la historia, primero me documenté mucho porque me parecía un tema muy sensible y no quería tirar solo de imaginación y de intuición. Entonces hablé con abogadas, con fiscales de menores, con padres y madres de adolescentes, con adolescentes, con psicólogas que trabajan con menores que han estado en casos de violencia, violencia en general, no solamente sexual, que han trabajado con víctimas o con agresores. Todo esto quise empaparme mucho para poder comprender. Y ya luego el proceso de guion ha sido muy largo porque es una serie muy ambiciosa a nivel narrativo y además como este tema tiene tantas aristas y tiene tantas capas. Había capas que si las obviaba la historia me parecía que no estaba siendo fiel como a lo complejo del tema. Y por eso ha sido tan largo el mostrar tantas familias, cada núcleo familiar tiene su propio conflicto y luego mostrar que todos forman parte de una comunidad. Por eso también el castell. Yo tenía claro que quería enmarcar la historia en la cultura popular, porque la cultura popular me daba ya en cierto modo una metáfora constante de esa tensión entre tradición y progreso. Cuando te pasas de mentalidad progresista o de propuestas, pierdes a tus interlocutores y cuando miras por encima del hombro cierto pensamiento más conservador, tampoco me parece bien. Porque al final hay ciertas tradiciones que, si bien se pueden modernizar, surgen de una necesidad de darle sentido a la vida y a veces nos olvidamos también de ese tipo de reflexión más filosófica. El castell también me daba la metáfora total de lo que quería contar, porque quería hablar de algo muy íntimo, pero que al final pasa por lo colectivo. Entonces, el castell es eso. O sea, el castell es una comunidad donde la piña tiene que estar bien construida, si no el castell no sube, donde los chavales más jóvenes son los que suben más arriba porque pesan menos, pero se apoyan en los adultos. Por lo tanto, tenemos que ser apoyo para para nuestra infancia y nuestra adolescencia y luego si no hay confianza, el castell se cae. Entonces, si no empezamos a confiar los unos en los otros y nos empeñamos en vivir encerrados de manera individual con nuestra pantalla, es que nos perdemos lo mejor de la vida.
Quim Vives
La serie se apoya mucho también en las actuaciones de los jóvenes protagonistas. ¿Cómo fue el proceso del casting?
El proceso de casting fue larguísimo y nos pasaba una cosa muy curiosa que es que claro, en el proceso de casting hubo chavales que crecieron y que entonces ya no podían interpretar el papel porque yo tenía muy claro que quería que tú vieses al adolescente, pero vieses al niño y a la niña. Y si ya te pasabas de edad, por ejemplo, niños de 15 ya les veías otra cosa. Ya no veías tanto al niño, veías más al chaval. Y yo quería contar ese momento bisagra, ese momento tan vulnerable. Entonces tuvimos una gran directora de casting que es Irene Roqué y a todo su equipo. Hicimos casting a niños por toda Cataluña, fue impresionante. Y luego ha sido muy bonito poder trabajar con ellos. Es su primer trabajo. Muchos de ellos no habían ni siquiera hecho clases de interpretación, algunos de ellos. Y nos los llevamos de fin de semana de casa rural, les dimos un taller de interpretación, les hemos dado charlas de prevención de abusos, les hemos enseñado técnica actoral... Ha sido intenso, pero muy bonito y precioso ver cómo han crecido como actores desde el primer día hasta el último día de rodaje y también cómo los actores adultos les han acompañado. Ha sido un sostén porque esto fue algo que desde el principio, no solo con los actores adolescentes, sino con todo el reparto, quise como transmitir “esto es una serie coral. Esto va de lo colectivo, aquí nadie va a brillar por encima de nadie, lo importante es la historia que estamos contando y la historia es la de esta comunidad”. Que evidentemente cada una tiene su historia personal, pero esto va de esta comunidad y fue muy bonito porque además fue un rodaje duro con muchos momentos de espera, con mucho calor, con mucha figuración y fue muy bonito ver a todo el reparto como íbamos todos a una.
Hablando de los castells ¿cómo te planeaste rodar la torre humana?
Bueno, hay parte rodada, tomada de una diada castellera de verdad, que nos colamos en Terrasa, en la plaza. Y luego hemos generado nosotros mismos esa propia diada para hacer los planos que nos interesa. Y luego, evidentemente, hay planos de croma porque tú no puedes subir a un niño, a un actor a 'x' metros si no lleva arnés, si es menor de edad o si no lleva casco. Entonces, hay croma, pero aún así los niños hicieron talleres de castells también para entender el tema de la confianza y de la fuerza. Y Aina, la niña que interpreta Manuela, ella es castellera de verdad y ella sube de verdad.
Al igual que 'Adolescencia' de Netflix, 'Pubertat' es dura y necesaria: Un thriller cautivador desde principio a fin¿Qué conversación esperas que tenga la audiencia cuando termine de ver la serie?
Me encantaría que los adultos hablasen entre ellos sobre su relación con la sexualidad y luego que hablasen con sus hijos. De hecho creo que es una serie que se puede ver con con niños de 13 y 14, porque abre esta conversación que puede ser incómoda, pero como la serie lo trata desde un lugar humano, delicado y tierno, puede ser como una herramienta para, como se estrena un capítulo por semana, pues cada semana tener una conversación sobre esto.