En 1970, en un tranquilo pueblo de Massachusetts, JB Mooney, un carpintero sin trabajo que decide cambiar su vida convirtiéndose en ladrón de arte. Junto a dos cómplices, ejecuta un gran robo a plena luz del día, llevándose cuatro valiosas pinturas de un museo local.
Sin embargo, el golpe es solo el comienzo: conservar el botín y mantenerse libre resulta mucho más difícil de lo que imaginaba. Acorralado por la ley y sus propias decisiones, Mooney se ve obligado a vivir como un fugitivo, enfrentándose a las consecuencias de un crimen que lo marcará para siempre.