Un bany propi
Críticas
3,5
Buena
Un bany propi

Potente ópera prima

por Sara Heredia

Qué alegría encontrarse de vez en cuando con propuestas como la de Un bany propi, ópera prima de Lucia Casañ. Inspirada en la obra de Virginia Woolf, Una habitación propia, la cineasta quiere reivindicar el espacio personal de Antonia, una mujer que como muchas otras de su época ha vivido para satisfacer a los demás y ahora quiere vivir a su manera.

Con Nuria González como protagonista -a la que no se le puede sacar ni un pero en su interpretación-, la película cuenta la historia de una mujer que recibe una gran herencia bajo la condición de que no la comparta con su marido. Antonia poco a poco acepta que puede dejar de hacer las tareas domésticas que siempre le han tenido ocupada y cumplir sus sueños. Con su obsesión por los baños como eje central, la cinta se dedica a cuestionar reglas sociales que todos hemos aceptado como buenas. ¿Qué es un baño? ¿Si colocamos una butaca dentro sigue siendo un baño? ¿Y si metemos una cama?

Casañ tiene una mirada poderosa y cargada de personalidad. Cada encuadre de Un bany propi está detalladamente calculado, precisamente diseñado para mostrar el mundo interior de la cineasta, que -al menos desde el punto de vista del espectador- parece tenerlo todo muy claro. Y sorprende que sea así para una ópera prima, de la que igual podríamos esperar algo más insulso o complaciente. Casañ saca toda su artillería a relucir desde el minuto uno, como queriendo decir “esta soy yo y si no me quieren ya saben donde está la puerta”.

La directora valenciana mima su proyecto cuidadosamente tanto en la estética como en el guion. Con un gusto visual muy cercano a Almodóvar, explora la estética más cotidiana de los años 60 en España, con un punto kitsch. Sin embargo, el libreto es su punto más débil. En algunos momentos la cinta pierde su fuerza y peca de repetitiva. La historia, tan atrevida y rebelde, se estira de más. Una pena que esto desluzca una propuesta tan maravillosa en la cartelera española actual.

Dejando eso a un lado, Lucia Casañ ha surgido con una garra que llama la atención. Si esta ha sido su carta de presentación al mundo del largometraje, no podemos esperar a ver cuál es su siguiente paso.

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