María Ángeles, una mujer de 79 años, vive sola en Tánger disfrutando de su rutina y la ciudad que la vio crecer. Cuando su hija llega desde Madrid para vender el apartamento familiar, ella se resiste a perder su hogar y lucha por recuperar sus pertenencias y recuerdos.
En medio de esta resistencia, redescubre inesperadamente el amor y el deseo, demostrando que la vida puede sorprender incluso en la vejez y que la pasión y la libertad no tienen edad, y que siempre es posible encontrar nuevas alegrías y conexiones que le dan sentido a cada día.