Un joven latino crece en Estados Unidos durante el Mundial de Fútbol de 1994, buscando su identidad entre dos culturas. A través de la amistad, el fútbol y los desafíos de la infancia, descubre el valor del arraigo y la pertenencia. Su vínculo con su padre chileno se fortalece mientras ambos se enfrentan a la distancia de su país natal y aprenden a construir un hogar lejos de casa.
Entre sueños, goles y emociones compartidas, la historia retrata con ternura la conexión entre generaciones y el poder del deporte para unir corazones.